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Denuncia contra una clínica

Lunes, 20 de agosto de 2012 19:45
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Quise dejar pasar por alto esta terrible situación que vivo desde hace 6 meses, cuando falleció mi esposo, Milorad Chetkovich, el 30 de enero de este año. El estuvo dos días internado en terapia intensiva en la Clínica San Rafael, después de una operación de vesícula practicada por el Dr. Fiqueni, el día 28. A pesar de la incomodidad por su estado pasajero, lo ubicaron en una camilla chica para su tamaño y pude observar poca atención en el personal de terapia.

Cuando lo deje el día 29 a la noche, lo vi triste y apagado, pero no pensé en tan pronto desenlace. El día 30, cuando pregunté por su estado, alguien me contestó textualmente: “su marido murió”.

Inmediatamente después de la terrible noticia, llegamos varios familiares, testigos de lo que vimos. Lo sacaron de terapia y nadie sabía a dónde estaba; hasta que llegamos debajo de unas escaleras: ­Que horroroso! Lo encontré tirado como un perro, ensangrentado totalmente; almohada, su rostro, sabana y camilla.

Nunca en mi vida pensé ver esta atroz situación, que hasta el día de hoy me carcome el alma. Tengo testigos. ¿Será posible tanta dejadez, negligencia, falta de piedad para una persona recién fallecida y que la tiraron de esa forma?

Que sepa el Dr. Ángel Ovejero, jefe de terapia intensiva, con todo su personal, que tirar a una persona que recién falleció, como un despojo humano no tiene perdón de Dios.

Antonia Cardozo de Chetkovich
Ciudad

 

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