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La crisis de la eurozona y la desaceleración de la economía china afectaron las exportaciones de Japón, que disminuyeron 8,1% interanual en julio. En tanto, las importaciones niponas aumentaron 2,1%, lo que arrojó un déficit comercial de 517.382 millones de yenes (5.235 millones de euros), prácticamente el doble de lo previsto. Este fue el déficit comercial más elevado en el mes de julio desde que comenzaron los registros en 1979, según la información del Ministerio de Economía nipón.