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El titular del sindicato de la Construcción (Uocra), Gerardo Martínez, confirmó que en la última reunión que mantuvieron Los Gordos y los sindicalistas independientes, el jefe de la UOM, Antonio Caló, confesó que se sentía presionado y cansado, y puso en duda la continuidad de su candidatura para ser secretario general de la CGT más cercana al gobierno de Cristina Kirchner.
“Nos dijo que se sentía presionado, porque al ser candidato le venían sobre él a pedir opinión. Nosotros le dijimos que si él iba a ser vocero del movimiento obrero, como secretario general de la CGT, iba a tener que estar preparado para atender la realidad”, reconoció.
Martínez hizo estas declaraciones horas después del encuentro que la CGT que rivaliza con Hugo Moyano, de la que forma parte, mantuvo en la sede de los mecánicos del SMATA en la que se avanzó allí en el llamado a elecciones para el 3 de octubre en Obras Sanitarias.
Pese a que Caló perdió parte del respaldo de otros sectores que integran el antimoyanismo, hasta ahora, su candidatura continúa en pie.
Justamente, Martínez fue consultado por eventuales reemplazantes del metalúrgico, en caso de que finalmente no se postule. En particular, se le preguntó por el jefe de SMATA, Roberto Pignanelli, cuyo nombre sonó para ocupar ese lugar en los últimos días.
“Pignanelli siempre ha sonado, es muy representativo”, opinó Martínez. Sin embargo, enseguida señaló: “Hay distintos candidatos, no hay uno solo. Veremos el veredicto de las urnas cuando tengamos la convocatoria (en Obras)”.
Por otra parte, Martínez aseguró que el antimoyanismo ya sumó a la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo a sus filas, aunque ese alineamiento todavía no está cerrado. De hecho, el jueves en Smata Caló instó a otros sectores a unirse al espacio, en lo que se interpretó como un guiño al gastronómico.
Martínez indicó además que “Carlos Gdansky es un gran compañero de la UOM, un dirigente destacado” y es uno de los candidatos para reemplazar a Caló.