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Cuando faltan apenas tres meses para las elecciones presidenciales en EEUU, el presidente Barack Obama recibió ayer malas noticias económicas. Pese a que la economía norteamericana creó en julio la mayor cantidad de empleos en cinco meses, un ligero aumento en la tasa de desempleo mantiene vivas las expectativas de un nuevo estímulo monetario por parte de la Reserva Federal.
La tasa a nivel nacional es de 8,3%, cuando los analistas esperaban que permaneciera estable respecto de junio en un 8,2%. La cifra es baja respecto al nivel más alto obtenido durante la presidencia de Obama, de 10,1% en el 2009, pero es demasiado alta para una economía que trata de salir del estancamiento. Las cifras fueron dadas a conocer por el Departamento del Trabajo. El índice se encuentra en su mayor nivel desde febrero, y desde hace tres años y medio se mantiene por encima del 8%.