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Se fugaron dos presos de sendas comisarías

Viernes, 03 de agosto de 2012 23:09
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Más problemas. Las fugas de dos detenidos sumaron más problemas a la ya conflictuada Policía de la Provincia de Salta, que no termina de salir de una para caer en otra.
Inexplicable. No se entiende de qué manera el hombre que se fugó de la comisaría de General Gemes haya podido doblar los barrotes del calabozo en el que estaba preso y escapar sin que nadie lo haya visto.

En dos hechos que no tienen una explicación coherente aún, una pareja de presos se escapó ayer, en sucesos diferentes, desde las comisarías 40, de Salvador Mazza, en la frontera norte de la provincia, y la 11, de General Gemes, dependencia que se ha puesto virtualmente de moda luego de conocerse un video en el que dos presos sufren apremios ilegales en esa dependencia, filmados por un desconocido y subidos a internet por otra persona misteriosa.

El primero de los hechos tuvo lugar en Salvador Mazza en horas de la mañana. Un contingente del destacamento de Alto Verde, un barrio periférico de la localidad norteña, realizaba, en un vehículo oficial, el traslado del detenido Amado Genaro Quintana, acusado de hurto con escalamiento y que era conducido a una unidad penal de Tartagal por disposición del juez de Instrucción Formal 1, Rafael Medina. Antes de seguir viaje los uniformados se detuvieron en la comisaría 40 para retirar expedientes, dejando al sujeto, esposado con las manos hacia adelante, a cargo del cabo Juan Carlos Ríos. Sorpresivamente el hombre saltó de la camioneta e inició una veloz carrera rumbo al norte, seguido por varios uniformados, que serpenteaban, al igual que el prófugo, entre un mundo de gente.

La persecución tuvo ribetes cinematográficos cuando Quintana ingresó en una playa de estacionamiento cerrada, saltó la tapia -nadie sabe cómo- y enfiló rumbo a la quebrada internacional que separa a Argentina de Bolivia. Sin detener paso, el hombre en fuga pasó por debajo del puente argentino-boliviano, que estaba lleno de gendarmes, y alcanzó la otra banda; es decir que pasó a la vecina república. En ese momento desde el lado argentino se dio por terminada la persecución.

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