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Lejos de tener un regreso feliz a Primera División y de tomar distancia de los conflictos, Matías Almeyda habló y dejó una frase que se recordará por un largo tiempo. “River es un club contaminado”, disparó al aludir tácitamente a intereses políticos que provocan la crítica de los hinchas e impiden el mínimo festejo de volver a sentirse en Primera.
Sucedió el día después del primer partido oficial en Primera, tras la derrota contra Belgrano de Córdoba en el Monumental.
“River es un club donde se vive contaminado. Es complicado trabajar en una atmósfera tan negativa, somos todos culpables, algunos por admitirlo, por decirlo y otros por soportarlo”, sostuvo Almeyda.
Si bien dijo que la gente tiene su derecho a reclamar por pagar una entrada, luego solicitó: “El hincha de River que aliente o que no vaya a la cancha”.
Los hinchas insultaron al presidente Daniel Passarella y también apuntaron sus dardos contra el técnico cuando gritaron por Fernando Cavenaghi y el Chori Domínguez.
“Yo soy positivo. Lo tomo como un reconocimiento a los dos que dejaron cosas buenas”, respondió Almeyda. También se hizo cargo de haber puesto al arquero Daniel Vega en lugar del recién llegado Marcelo Barovero. “Hay tiempo para cambiar”, comentó, al tiempo de apoyar a Funes Mori, quien marró el penal contra Belgrano. “Es el cuarto jugador que falla un penal. Le damos confianza”, dijo.
Un refuerzo más
Pese al conflictivo comienzo de River en el Torneo Inicial y las declaraciones explosivas de Almeyda, el club está por sumar a dos nuevos refuerzos: el delantero Facundo Ferreyra y el lateral paraguayo Miguel Zamudio. Chuky Ferreyra ni siquiera fue a la práctica de Banfield y estaría ultimando su incorporación a River, en tanto que disipada la chance por su compañero Nicolás Tagliafico, River iría por el paraguayo Zamudio, de Libertad.