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“La Inocencia de los Musulmanes” es el nombre de la película que “aparentemente” sería la responsable de la creciente cólera en oriente. Cólera extendiéndose al mundo entero, atizada y orientada inteligentemente. No es casual.
El sábado 13 de junio del 2009 en la columna publicada en Pág. 20 del diario El Tribuno bajo el título: ¿“Obama traicionó al pueblo de EEUU y al mundo”? anticipaba lo que hoy parece una certeza.
Intervenciones humanitarias?
Bajo este slogan aplicado en el escenario de Medio Oriente, la inteligencia occidental ejecuta la antiquísima estrategia de manipular multitudes con disparadores que atentan contra las profundas creencias de los protagonistas, que al accionar en consecuencia, producen el fin buscado por los instigadores. Ejemplificativamente se pueden citar: Los Versos Satánicos de Salman Rushdie, Las Caricaturas de Mahoma, Las Quemas del Sagrado Corán, las recientes acciones de las Pussy Riot, o , el último video título de esta columna.
11-S-12 (segunda parte)
Sin embargo, es de destacar que para el caso de los acontecimientos ocurridos el martes 11 de septiembre dce 2012 que costó la vida del embajador de EEUU en Libia, existen pruebas cada vez más contundentes , que la naturaleza atroz del ataque en la que se utilizó sofisticado armamento de cohetería, “no” se trató de un estallido de cólera espontánea debido al video. Fue a la inversa.
Se potenció al video para justificar lo actuado. Patrick Kennedy, Subsecretario del Departamento de Estado, dijo: “Estar convencido de que el asalto fue previamente planificado debido a su naturaleza amplia y a la proliferación de armas”.
El senador Bill Nelson miembro del Comité de Inteligencia del Senado: “se debe investigar de inmediato qué papel han jugado en el ataque Al Qaeda y se tome la acción apropiada”. Debemos tener en cuenta que
Al Qaeda fue esencial en el derrocamiento, captura y ejecución de Kadafi, como ahora es esencial en la “intervención humanitaria” haciendo el papel de “rebeldes” con armamento de EEUU contra el gobierno Sirio.
Según Alí Fetori testigo del ataque confirmó: “Toda la gente de seguridad simplemente se escapó”, “Mr. Stevens fue abandonado en el edificio por el resto del personal”.
El capitán Fathi al-Obeidi de la Brigada 17 de febrero que encabezó el equipo enviado desde Trípoli a Bengasi para proteger y sacar a 40 estadounidenses más, sostuvo: “No sé cómo encontraron el sitio para realizar el ataque. Fue planificado.
La precisión con que nos alcanzaron los morteros fue demasiado buena para revolucionarios comunes y corrientes”.
Es de destacar que el asesinato de un embajador es un acto de guerra, un hecho internacional de suma gravedad, que en el caso de Libia no era un diplomático más, se potencia en razón que el embajador de EEUU era virtualmente un “gobernador de hecho”.
Desde el asesinato del embajador de EEUU en Afganistan en febrero de 1979, Adolf Dubs, no ocurrió otro caso de esta naturaleza.
Objetivo logrado
Aparentemente el objetivo de enardecer a la opinión pública occidental y disparar la cólera oriental se logró.
Nada pueden las palabras del Comandante General del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de los EEUU Gral. Martin Dempsey, o los clamores del ex -jefe del Mossad Israelí Meir Dagam referidas a que : “atacar Irán sería la idea más estúpida posible”.
Una guerra termo-nuclear está en inexorable marcha.