La reiteración de casos de violencia en las guardias de los hospitales públicos del Gran Buenos Aires puso en alerta a los médicos y a los profesionales de la salud, que reclaman mayor presencia de la Policía o Gendarmería para desarrollar su actividad sin ser agredidos.
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La reiteración de casos de violencia en las guardias de los hospitales públicos del Gran Buenos Aires puso en alerta a los médicos y a los profesionales de la salud, que reclaman mayor presencia de la Policía o Gendarmería para desarrollar su actividad sin ser agredidos.
Un relevamiento realizado en los distintos hospitales del Conurbano, reveló que los médicos se ven sobrepasados por una realidad social en la que predomina la violencia, sobre todo los fines de semana.
Carlos Frasco, director del hospital Evita de Lanús, donde esta semana un grupo de personas destrozó la guardia tras la muerte de una familiar, aseguró que el ataque “fue tal que generó temor legítimo en los médicos” y destacó que la presencia policial es “fundamental para que el personal no quede expuesto”.
Frasco detalló que si bien los casos de violencia en la guardia son “habituales”, en general “no tienen la magnitud de lo ocurrido el miércoles”, pero desestimó que sea un fenómeno que esté en “aumento. No podemos ponernos hipercríticos de la violencia porque nosotros formamos parte de esta sociedad”, opinó el director y reconoció que los pacientes “reclaman respuestas urgentes que los médicos en un ámbito de desborde muchas veces no pueden dar”.