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El Gobierno ajeno a la disparada del dólar

Viernes, 18 de enero de 2013 23:06
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 La escalada del dólar paralelo a niveles récord no movió el amperímetro de la delegación argentina en la gira por Asia encabezada por la presidenta Cristina Kirchner, durante la cual empresarios pudieron conocer algunas claves sobre las políticas económicas para este 2013, un decisivo año electoral.

Para el Gobierno, el dólar marginal mueve un mercado que no supera los 15 millones de dólares diarios, lo cual lo vuelve “insignificante”. Tal vez el dato sea certero, pero la dificultad es que el precio del dólar “blue”, que alcanzó un nuevo techo esta semana de 7,50 pesos, es la única referencia clara que tienen los operadores sobre el valor que el mercado le asigna al dólar, que tiene una brecha del 50 por ciento con el oficial.

Esa cotización de la divisa en el mercado informal hace rato que empezó a volverse referencia obligada para la formación de numerosos costos en el país, y allí radica uno de los peligros de la distorsión actual.
La conclusión a la que arribaron empresarios que dialogaron con funcionarios en el marco de la gira presidencial por Emiratos Arabes, Indonesia y Vietnam es que dos políticas centrales se mantendrán durante el 2013: el control de las importaciones para garantizar un superávit comercial de 12.000 millones de dólares, y el cepo al dólar, para evitar la fuga de capitales.

Sobre la primera de estas políticas habría mayor “sintonía fina”, y es así que en las últimas semanas se agrandó el número de empresas que recibieron un mail solicitando explicaciones respecto de las razones que las llevan a importar por más valor del que exportan. El pedido denota la intención oficial de ampliar la cantidad de compañías incluidas en la meta de alcanzar una balanza comercial equilibrada, no importa lo que termine exportando la empresa. Para Moreno, si un fabricante de implantes metálicos registra déficit, no importa que venda frutas al exterior con tal de que equilibre la balanza.

La descripción del secretario de Comercio Interior convenció a los casi 200 empresarios pymes que lo acompañaban de que las trabas continuarán a lo largo del 2013. Moreno también dejó una frase: “El 2012 fue el año del superávit comercial, 2013 será el de la competitividad, hay que trabajar en ese sentido”. La impresión empresaria fue que parte de esa competitividad a la que aludía Moreno está vinculada con la necesidad de reducir costos vía aumentos de la productividad.

El problema es que para mejorar la capacidad de producción hacen falta inversiones, las cuales no tuvieron el ritmo de crecimiento deseado durante este año, en buena medida por los cambios en las reglas de juego y por el cada vez mayor intervencionismo estatal sobre la economía.

La apelación de Moreno a la necesidad de mejorar la competitividad habría tenido como destinatarias empresas cuya actividad está protegida por barreras arancelarias a las importaciones.
El Gobierno considera que es hora de que muchos sectores vayan consolidando las inversiones necesarias para mejorar sus niveles de productividad.

De las reuniones informales con Moreno, los empresarios también se llevaron la impresión de que en el 2013 continuará el ritmo de devaluación del peso, que podría rondar el 20 por ciento, lo cual llevaría el dólar oficial a los 6 pesos para fin de año.

Sobre lo que hay certezas es respecto del comportamiento del mercado paralelo, una piedra demasiado grande en el zapato de la economía argentina que no da señales de aminorar su marcha.

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