inicia sesión o regístrate.
Jorge Ramos, abuelo de un niño correntino que desde hace más de tres meses está conectado a un corazón artificial a la espera de un trasplante, envió ayer una carta a la presidenta Cristina Fernández para que interceda ante lo que considera una “obsoleta” política de concientización sobre la donación de órganos.
En su escrito, distribuido también entre los medios locales, Ramos sostuvo que la Presidenta “puede hacer posible que Renzo pueda recibir lo que tanto espera”, en alusión al trasplante cardíaco que el niño necesita para superar una cardiopatía congénita.
El niño, de 28 meses de edad, se encuentra internado en el hospital Garrahan de Buenos Aires desde el 3 de septiembre de 2012, con un deterioro progresivo en su estado de salud, que motivó que el 11 de octubre lo conectaran a un corazón artificial llamado Berlín.
Ramos, quien se desempeña como periodista en Chaco, recordó a la presidenta que fue el exmandatario Néstor Kirchner quien en 2005 propició la importación de estos corazones artificiales y que “gracias a esa decisión, hoy Renzo vive”.
“Quiero expresarle nuestra inmensa gratitud hacia la acción inmediata de Néstor (¿me permite llamarlo así?), que originó la única alternativa para aquellos que ven acercarse el final y pueden tener una esperanza de vida, recordando que es solo transitorio ya que tiene un período de vida útil de solo seis meses y Renzo lleva conectado casi cuatro meses”, remarcó. Asimismo, sostuvo en su carta a la jefa de Estado que “si Renzo hubiese sido trasplantado, en vez de estar conectado al artificial, hoy estaría realizando sus tareas de kinesiología y recuperación definitiva, lejos de los eventos que día a día se manifiestan y que ponen en riesgo la espera de un nuevo corazón”.