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La riqueza léxica del español

Lunes, 07 de enero de 2013 19:48
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En la lengua escrita y formal, no es correcto, en general, anteponer el artículo a un nombre propio.

Alguien quiso saber si son correctas las formas verbales "hicistes, comistes, pudistes': No lo son.

En esta entrega continuaré analizando algunas consultas realizadas al SIL en lo que respecta al sentido y al uso de ciertas palabras. Es preciso recordar, antes de comenzar con el análisis, que lo más importante, cuantitativamente hablando, en lo que respecta a los cambios de la lengua, radica en el léxico o vocabulario. Por lo tanto, esta que abordamos es la parte más afectada de la lengua. Además del léxico, tenemos la fonética, la cual concierne a los sonidos de la lengua, por supuesto vinculados con el hablar. A continuación, se destaca el aspecto de la sintaxis que tiene que ver con el ordenamiento gramatical de las oraciones y sus reglas de aplicación. En cuanto a lo morfológico, o las formas cambiantes de las palabras, se aplica a la concordancia entre sustantivos, adjetivos, artículos, pronombres y verbos, entre unos y otros. Por fin, lo semántico, ligado al sentido del discurso, es lo que corona el mensaje, de modo que este sea coherente y cohesionado. Seguimos, por lo tanto, abordando el primero de los aspectos mencionados, pero necesariamente vinculado con el último. En realidad -y para resumir-, no podemos afirmar que alguno de ellos esté desvinculado de los demás o, al menos, de algunos de ellos. Lo podremos apreciar en lo que sigue.

Artículos

Un consultante se interesó por saber si es correcto el uso del artículo aplicado a un nombre propio, que puede ser también un sobrenombre o apodo. En la lengua escrita y formal, no es correcto anteponer el artículo a un nombre propio; sin embargo, en muchas regiones dialectales del español es adecuado usarlo, en especial en la lengua coloquial. En muchos idiomas su uso para ello. En catalán, por ejemplo, es una norma el hacerlo. No usarlo ante los nombres propios, por el contrario, constituye una incorrección. Ahora bien, según la costumbre instalada en cada uno de los dialectos del español, su uso es correcto y adecuado: pero solo debe utilizárselo en la lengua oral espontánea.

Hay que tener en cuenta, asimismo, que hay usos normales, aun en la lengua escrita formal, del artículo que antecede al nombre propio cuando se trata de personalidades distinguidas, aunque también para las que se distinguen negativamente: “La Mirtha Legrand, la Susana Giménez, la Raulito”.

Asimismo, es importante consignar que el griego (no así el latín) utilizaba el artículo normalmente en nombres propios. Existe la posibilidad de que esa influencia, por vía del latín vulgar que incorporó el artículo que no tenía el clásico, haya sido la causa de su instalación en la lengua oral coloquial en el castellano. Por otra parte, hay una motivación sicolingística que justifica la colocación de dicho artículo en nombres propios. Nosotros, que utilizamos este procedimiento sobre todo en nombres de mujeres, nos damos cuenta de que esa operación se produce cuando conversamos con alguien de confianza: “La Juana es mi mejor amiga”. Cuando no anteponemos el artículo (salvo en una situación más formal, en la que nos cuidamos de hacerlo) en el hablar espontáneo, intuimos que hemos eliminado algo importante para referirnos a una persona muy allegada y querida para nosotros, como en el ejemplo anterior. Evidentemente, en esta situación existe una justificación afectiva y emotiva. Contrariamente, en el sur de Argentina -en especial en Buenos Aires, donde la gente generalmente evita el uso del artículo- es algo espontáneo omitirlo: “Capital y Provincia (refiriéndose a la de Buenos Aires) han coordinado acciones”. Sin embargo, al nombrar nuestro país, es raro que no se le anteponga el artículo: “La Argentina”.

Una consulta reiterada se relaciona con las palabras femeninas que comienzan con "á' tónica o acentuada: "águila, agua, arma' y similares. En este caso la pregunta que hacen es: ¿Por qué estas palabras femeninas llevan artículo masculino: "el águila, el agua, el arma'?

"Aguila' es, indudablemente, femenina por lo que debe llevar artículo femenino. La forma "el' que se le coloca proviene del antiguo artículo femenino "ela', que provenía del pronombre latino "illa', femenino. Por lo tanto, se decía "ela casa', "ela calle', "ela señora'. Al ir evolucionando el artículo, con el tiempo perdió la "e', quedando "la', forma actual. Sin embargo, cuando se produce el choque de la vocal "a' del artículo con un sustantivo femenino acentuado en la primera sílaba que comienza también por "a', esta situación se resuelve con la pérdida de la "a' del artículo, para lo cual retoma la "e' original, pareciéndose al artículo masculino "el'. Esto explica por qué los sustantivos femeninos que comienzan por "a' acentuada en la primera sílaba, incluso precedida por la "h', llevan el artículo femenino con una forma parecida a la del masculino, por lo cual el usuario de la lengua cree que tiene el artículo masculino: "agua, ancla, ágata, ala, alba, alfa, alga, haba, habla, hacha'. Esto hace que algunos construyan el sustantivo como si fuera masculino: “El agua es amargo / el hacha es pesado”.

Por fin, la “Nueva gramática de la lengua española” explica el caso de anteponer el artículo a nombres de persona y apellidos que designan mujeres, como en el ejemplo que sigue: “La Ana de la que te hablé” y también en “No hay que olvidar que es una Álvarez”.

Verbos

Con respecto al uso de verbos, alguien quiso saber si son correctas las formas verbales "hicistes, comistes, pudistes'. No lo son, porque se trata de la segunda persona del singular del pretérito perfecto simple del indicativo, la cual no termina en "s': “pude, pudiste, pudo”; “comí, comiste, comió” e “hice, hiciste, hizo”. Probablemente esta costumbre incorrecta puede haberse originado en nuestro voseo, o tratamiento con "vos' en lugar de "tú'. En efecto, la segunda persona del singular, en el voseo, toma la forma de la segunda del plural, "pudisteis', "comisteis', "hicisteis', razón por la que puede haberse “colado” la "s' al construir la segunda persona del singular. Pero también podría tratarse de una hipercorrección (una corrección "incorrecta', como cuando decimos "bacalado' por "bacalao'), ya que, a primera vista, pareciera que a esa persona le faltara la "s'.

Todas estas situaciones se deben al manejo que realiza el hablante de su instrumento de comunicación, lo cual se constituye en el germen de los cambios lingísticos.

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