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Un hombre denunció haber sido víctima de una estafa de telenovela. Jorge Martorel, actualmente jubilado, profesor de arte y músico, relató a El Tribuno una historia insólita. Lo hicieron pasar por muerto y con un certificado de defunción falso se tramitó un juicio sucesorio a nombre de José González, en la provincia de Neuquén, para finalmente pasar dos de sus propiedades, ubicadas en el microcentro capitalino, ambas valuadas en más de dos millones de pesos, a un desconocido que, como si fuera poco, las desvalijó para luego venderlas a precios irrisorios.
El hombre cuando se enteró de lo sucedido sufrió un infarto y actualmente se recupera en su domicilio.
Martorel, en diálogo con El Tribuno, relató que “para la Justicia yo estoy muerto. Es tremendo lo que me está pasando. Falsificaron un certificado de defunción y pasaron la titularidad de dos de mis casas a nombre de una persona que no conozco. Me enteré el tres de noviembre, cuando me llamó el portero del edificio colindante a mi casa ubicada en la calle Santiago del Estero y me dijo que la misma estaba violentada y despojada de mis muebles. En ese momento llame al 911 y la Policía detuvo a 2 hombres, que luego fueron liberados por falta de pruebas”.
“El 15 de noviembre -continuó- me di con que una vivienda que tengo sobre la calle España también fue violentada. Cambiaron los candados, cerraduras y faltaban los muebles. Denuncié nuevamente el hecho y cuando se inicia la investigación me dicen que ambas casas habían sido vendidas a raíz de un juicio sucesorio realizado en la ciudad de Cipolleti en Neuquén. La persona que se presentó como mi heredero es José Ramón González, con domicilio en la citada provincia y a quien ni conozco. Soy soltero y no tengo hijos, no sé quién será este señor”.
“Por otro lado, las minutas del expediente fueron tramitadas en la Dirección General de Inmuebles, el 12 de septiembre, por dos abogados muy conocidos en la provincia. Finalmente el mes de octubre la titularidad de mis propiedades fue pasada a nombre de González, quien luego las vendió a precios irrisorios, por mucho menos de la mitad de su valor real. Sumado a esto, se llevaron todos los muebles, incluido mi piano. No entiendo cómo estos estafadores lograron hacer esto. Esto evidencia que tanto en Inmuebles como en el Juzgado nadie siguió lo pasos correspondientes”, relató.
“Denuncié el caso seis veces y nadie se hace cargo. Un juez de turno me dio la tenencia provisoria de las propiedades, pero igualmente siguen estando a nombre de otras personas. Tengo todas las pruebas y me voy a presentar con mi abogado. Esto no puede quedar así. Yo compré esas casas, una en el año 1981 y la otra en 1986. Tengo toda la documentación y voy a pelear por eso”, concluyó.
Descubrimiento
Jorge Martorel, durante la investigación que realizó para tratar de esclarecer lo sucedido, descubrió algo que lo sorprendió: “Me puse a recolectar toda la información posible para poder recuperar mis casas y me di con que el número de expediente, que se encuentra en el Juzgado Civil, Comercial y Minería 1 de la ciudad de Cipolleti en Neuquén, del supuesto juicio corresponde a un juicio sucesorio de otra persona, un tal Mario Arturo Gabetti, que aún no ha concluido, es decir no se dicto sentencia. Esto significa que los estafadores se robaron el número de expediente”.