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El DT Víctor Riggio volvió a cerrar las puertas del entrenamiento, pero esta vez también “despistó” con el horario de la práctica para evitar el acoso. Claro, es que la semana que vivió el DT es diferente a cualquier otra y, pese a recibir el apoyo de los dirigentes, los cuestionamientos del hincha de alguna manera lo condicionan para lo que viene. Lo cierto es que el once titular que plasmó Riggio -aún no lo confirmó- en el hiper-hermético ensayo de ayer contó con dos regresos: César González, en su momento “congelado” por el cuerpo técnico por no estar en condiciones físicas, salió del “freezer” para integrar la línea de tres defensiva en reemplazo de Rodrigo López; mientras que el otro retorno fue el de Diego Guidi, quien reemplazará a Matías Ceballos (suspendido). De esta manera, el albo emplearía un 3-4-1-2 el domingo ante Juventud Unida, en Gualeguaychú -a las 16.30-; prácticamente, el mismo dibujo que ante el cuervo, pero que también mutará y adoptará otra flexibilidad a la hora de defender, dadas las características más defensivas del relevo del hombre inhabilitado. “Yo no me siento condicionado, yo trabajo y el equipo muestra facetas que está por el buen camino. Tengo la convicción de que Gimnasia tiene argumentos para esperanzarse. Si fuese un técnico defensivo, no tendría el récord de victorias ganadas en este club”, dijo Riggio en diálogo con El Tribuno.