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La inseguridad no es una sensación, es una realidad palpable que atraviesa transversalmente a toda la sociedad, sin distingos de clases ni franjas etarias. Y los jóvenes también lo perciben así. En un sondeo realizado días atrás por varias organizaciones, el 82,7% de los adolescentes que habitan en las villas de Capital Federal y el Gran Buenos Aires señala que desea mudarse a otros sitios, producto de la “inseguridad” que padecen en esos asentamientos y el 70% refiere que presenció escenas de violencia en los últimos seis meses.
La encuesta fue realizada por Unicef Argentina, la asociación civil Techo y la consultora Analogías, para la cual entrevistaron a 1.100 chicos entre 12 y 16 años de 128 villas, 11 de la ciudad de Buenos Aires y 117 del conurbano bonaerense.
Según el relevamiento, el 51,4% de los adolescentes consultados considera que “hay muchos lugares inseguros” en las zonas en las que residen, como “los pasillos, los lugares en los que se consume droga, las esquinas y las calles mal iluminadas”.
Ese porcentaje se eleva a 64% en el caso específico de los chicos que viven en las villas de la ciudad de Buenos Aires y baja a 47% en el primer cordón del conurbano bonaerense.
Violencia y agresiones
Siete de cada diez entrevistados manifestaron haber presenciado alguna “escena de violencia en los últimos seis meses” y, en el mismo lapso, el 26,3% reconoce haber sufrido “agresiones verbales” y el 14% ataques físicos.
El sondeo revela también que el 35,5% de los adolescentes se traslada a más de 16 cuadras para ir a la escuela y esa distancia parece asociarse a la exposición a la inseguridad o la violencia: cuanto más lejos queda el colegio, más casos de robo o hurto sufren los menores. El 56% de los chicos que dijeron haber sido víctimas de un robo o un hurto recorren más de 16 cuadras para ir a la escuela.
El informe precisa que el promedio de familiares por hogar es de 6,4 personas y que el 60 por ciento de los adolescentes vive con ambos padres, el 32% con su madre y solo el 4%, con su padre.
Del sondeo se desprende que más del 60 por ciento de las viviendas tiene menos de tres habitaciones, sin contar el baño ni la cocina, y el índice de hacinamiento es de un promedio de casi tres personas por ambiente.
Una enorme valoración del voto
La encuesta realizada por Unicef dejó otras consideraciones importantes, entre ellas, que los jóvenes tienen una enorme valoración del voto en democracia y lo consideran una herramienta fundamental para cambiar la sociedad.
Andrés Franco, representante de Unicef en la Argentina, detalló que los chicos “piden para los candidatos valores o atributos como la honestidad y la confiabilidad”. Franco agregó que los jóvenes, si bien confían en el voto como una herramienta con posibilidad de cambio, perciben cierta “incapacidad de incidir en los temas que a ellos les interesan y eso se manifiesta en el hecho de que, por ejemplo, pocos de ellos siguen a los políticos en las redes sociales”.
Además, un 77% considera que sus opiniones no influyen en las decisiones de los gobernantes.