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Una vez más la figura de Ezequiel Viola sobresalió en Juventud Antoniana, a pesar de la derrota frente a San Martín de Tucumán, en la mismísima Ciudadela. El uno fue lo más firme que mostró el santo, aguantó todo lo que pudo para mantener su arco en cero.
El rival exigió a Viola en varias oportunidades y éste no defraudó. Sacó tres pelotas que podrían haber demolido a su equipo. Una de las más claras que despejó fue a los pocos minutos del arranque del complemento. La chance estuvo en los pies del Ratón Ibáñez, quien lo exigió con un remate de media distancia, pero el guardavallas antoniano con gran respuesta mando la pelota afuera, ahogando el grito de gol de los tucumanos.
La destacada labor de Viola no sirvió de mucho porque su equipo volvió a caer. En un diálogo con El Tribuno contó sobre las sensaciones que le dejó la derrota. “Son tres puntos perdidos y es doloroso porque jugamos bien, mejoramos mucho con respecto al partido anterior (Guaraní). Arrancamos mejor, jugamos más arriba y por momentos fuimos más claros que ellos. Después se nos escapó sobre el final un partido que no merecíamos perder”, expresó masticando aún bronca el guardavalla bahiense.
Pese al mal trago, el uno santo se tomó tiempo para analizar en qué falló su equipo. “Es difícil analizarlo en la calentura pero son detalles chicos que nos están faltando pulir y que hoy nos están quitando puntos. Es inminente que, como estamos jugando, vamos a volver al triunfo”, afirmo con confianza y convicción el arquero.
De todos modos, el buen trabajo de Viola no sirvió de mucho. “Aporté lo que tengo que aportar, pero lo que vale es el final y el final es que perdimos los dos últimos partidos. No pienso en mi desempeño sino que necesitábamos ganar y no lo hicimos”, enfatizó con amargura Viola, quién apareció en las dificiles pero no pudo sostener el cero. Fue lo bueno dentro de un panorama que cada vez se torna más oscuro.