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No dejo de sorprenderme todos los días de los dobles discursos de algunos que pretenden nuestros votos para acceder a un cargo público. Nos prometen de todo, pretendiendo les cedamos el único y mágico momento en que el ciudadano común tiene el poder (y la enorme responsabilidad) de elegir. Nuevamente me sorprendí hace un par de semanas cuando observé como un político eligió como metodología para captar nuestro voto circular por esta hermosa ciudad en caravana de autos arrojando a la vía pública cientos de panfletos. Pregunto: Alguien que ni siquiera piensa que está mal ensuciar el "espacio que es de todos", ¿quiere que justamente todos le otorguen sus votos para que los represente?
Cada día que pasa debemos estar más atentos, saber leer entre líneas abstrayéndonos de las vistosas campañas publicitarias, y sobre todo informarnos para poder saber quién es quién y por qué es merecedor de que le deleguemos "nuestro poder" para que dirija los próximos años nuestros destinos. Por último, decidí recién ahora mandar esta carta para evitar se interprete como alguna manifestación partidaria, distorsionando el verdadero espíritu que es el de hacer valer nuestros derechos como ciudadanos, responsables también a quien le delegamos nuestro poder para representarnos.
Ing. Carlos Naval
Ciudad