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El presidente de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), Fernando Aguirre, apoyó ayer la intención del Gobierno nacional de lanzar una tarjeta de crédito exclusiva para ese sector, ya que de esa manera, destacó, “se podrán bajar las comisiones que nos cobran” las empresas emisoras del plástico. En declaraciones a radio Diez, Aguirre indicó que los supermercados medianos (que forman parte de FASA) pagan “las comisiones más grandes, porque se está cobrando un 3 por ciento en promedio y lo normal es el 1 por ciento”.
Ese es el porcentaje que cobraría la tarjeta cuyo análisis está bajo la órbita de Moreno.
El uso de esa tarjeta, que se llamaría “Supercard”, sería excluyente: cuando un comercio la adopte, no podrá operar con otras tarjetas.
El objetivo de la medida es reducir las comisiones que se cobran tanto a grandes cadenas como a supermercados chinos por el uso de tarjetas de crédito.
“Desde el punto de vista de reducir las comisiones a las tarjetas estamos de acuerdo. Bajarlas es un objetivo. Hace muchos años estamos trabajando en eso”, sostuvo el dirigente. Aguirre se expresó así al evaluar la intención del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, de implementar en las próximas semanas una tarjeta de crédito para utilizar solo en supermercados.
Por su parte, el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) Osvaldo Cornide, consideró que la tarjeta de crédito podría convertirse en un “instrumento eficaz” para bajar las comisiones que cobran los bancos privados. “Con esta iniciativa, el Estado pretende establecer parámetros para que se ajusten las tarjetas del sector privado, obligando a los emisores a replantear sus comisiones”, sostuvo el empresario.
En declaraciones a radio El Mundo, Cornide comentó que las comisiones que cobran los bancos a la actividad mercantil “son homogéneas, por lo cual, el comercio grande termina pagando menos” en relación a los pequeños y medianos.
Los puntos en contra
A su vez, el presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger, calificó una “locura” a la intención del Gobierno nacional de lanzar una tarjeta de crédito para comprar en supermercados.
“Tenemos 17 millones de personas que han elegido las tarjetas de crédito. Y los bancos se matan por hacer promociones. Si la comisión (que cobran las tarjetas a los supermercados) es del 1 ó 3 por ciento es irrelevante”, sostuvo el funcionario.
Las cámaras juzgan que hay un “sistema perverso”
En tanto las cámaras empresarias nucleadas en la Confederación General Empresaria (CGERA) manifestaron su respaldo al proyecto oficial y de esta manera entraron de lleno al debate. “Este perverso sistema, donde los bancos, los operadores de tarjetas de crédito y en muchos casos, los que ostentan el jugoso negocio inmobiliario se debe acabar, limitándose a ser un sistema de cobro y dejando que el comercio pueda hacer su política comercial sin interferencias”.
La Cgera avaló que se adecue precios y costos de la gestión de cobranza a valores normales porque “ es una buena idea”.
Agregaron que “si los supermercados, con el poder que tienen, pagan el 3 por ciento en el costo de la tarjeta, las empresas comerciales pymes pagan 3 veces más, lo que explica por qué aún el sistema financiero argentino crece por encima de la economía, en detrimento de la industria y del pueblo que consume”.
“Una mentira”
Raúl Zylbersztein, secretario general de la CGERA, explicó que “las llamadas promociones con tarjeta, no dejan de ser una mentira ya que en algunos casos están incluidas en los costos a los usuarios del sistema financiero o se los traspasan a los comercios”.
“Iniciativa positiva”
El Presidente de CGERA, Marcelo Fernández, opinó que “la iniciativa es positiva ya que esto le evita a varias pyme y usuarios pagar comisiones altas a entidades bancarias privadas”. “Si se llega a un buen acuerdo de precios con los supermercados, esto beneficiaría el dinamismo del consumo interno”, indicó.
Costo ínfimo en el pago de comisión
El plástico propiciado por el secretario de Comercio Interior -explicaron los voceros del funcionario- lleva el nombre provisorio de “Supercard”, desmintiendo algunas publicaciones periodísticas que hablaban de una extensión de la tarjeta “Argenta”, gestionada por la Anses. La tarjeta exclusiva de los supermercados debería tener respaldo de alguna entidad financiera estatal que le otorgue fondeo, como por ejemplo el Banco de la Nación. La idea de Moreno es modificar el 3% de comisión (que se reparten entre las tarjetas y los bancos emisores). En ese sentido, dio instrucciones para que se trabaje en alguna propuesta con participación empresaria, que apunte a consolidar una tarjeta cuyo uso no tenga un costo mayor al 1%.