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Fuerte gesto de castigo a los curas pedófilos

Viernes, 15 de marzo de 2013 21:07
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El Sumo Pontífice ha tenido un embarazoso encuentro en la Basílica Santa María la Mayor con el cardenal Bernard Law, acusado de haber encubierto a unos 250 curas pederastas entre 1984 y 2002, cuando fue arzobispo de la diócesis de Boston en Estados Unidos. Allí, pidió que deje de frecuentar esa Iglesia. 

En su primer día de pontificado, Francisco visitó el jueves Santa María la Mayor, donde reside el cardenal retirado, de 82 años, quien en ese momento se encontraba allí, según reconoció después el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.

El diario italiano Il Fatto Quotidiano aseguró ayer en una reconstrucción de los hechos que Francisco comentó a los que le acompañaban: “No quiero que (el cardenal) frecuente esta Basílica”.
El cardenal Law, es arcipreste emérito de la Basílica Santa María la Mayor y, tras los casos de pedofilia que supuestamente encubrió, abandonó el cargo de arzobispo de Boston.

“El cardenal Law estaba en la basílica como arcipreste emérito cuando vio al Papa, lo saludó y continuó su camino”, dijo Lombardi.

El papa Francisco exhortó ayer en su encuentro con los cardenales a no caer en el pesimismo y encontrar todos los días la valentía de llevar el Evangelio a todos los rincones de la tierra.

“Nuestra misión es llevar a Jesús al hombre y conducir al hombre al encuentro de Jesús, realmente presente en la Iglesia. Jamás cedamos al pesimismo, a esa amargura que el diablo nos ofrece cada día. No hay espacio para el pesimismo o el desaliento”, dijo el papa ante los 114 cardenales electores y numerosos octogenarios a los que recibió en la sala Clementina del Vaticano.

El papa Bergoglio añadió: “El Espíritu Santo nos da la valentía para perseverar en nuevos métodos de evangelización para llevar el Evangelio a todos los confines del mundo”.
Francisco también expresó su voluntad de servir al Evangelio “con renovado amor y ayudando a la Iglesia a transformarse más en Cristo y con Cristo”.

El obispo de Roma, que estuvo a punto de caer, al tropezar cuando se dirigía a saludar al decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, aseguró que la realidad cristiana es “atractiva y persuasiva” y subrayó que Cristo es el “único salvador de todos los hombres”.

“Este anuncio es válido tanto ahora como lo fue al comienzo del cristianismo, cuando la primera expansión”, destacó.

Mirando a los cardenales, Francisco dijo que “más de la mitad de nosotros somos ancianos, pero la vejez es la sede de la sabiduría de la vida. Donemos esta sabiduría a los jóvenes, como el buen vino, que con la edad mejora”, agregó.

El Papa aseguró que la vejez es el tiempo de la tranquilidad y la plegaria. Dos días después de ser elegido, el Sumo Pontífice dijo a los cardenales: “Somos hermanos, sois los sacerdotes del Santo Padre. Vivamos esta comunidad, la amistad de la cercanía nos hará bien a todos”.

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