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El embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, desmintió ayer que el Gobierno argentino haya tramado una operación para bloquear la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio como Papa.
Un medio porteño informó anteayer que el gobierno K había hecho llegar a los cardenales que participaron del cónclave un documento en el que se acusaba a Bergoglio de haber contribuido con la dictadura militar. El dossier se basaba en las notas publicadas por el periodista Horacio Verbitsky, quien acusó a Bergoglio por no proteger a dos sacerdotes, quienes luego fueron secuestrados.
“Es absolutamente falso”, dijo Cafiero. “Es un relato absurdo. Es todo una fantasía y ante semejantes mentiras me siento muy débil y desconcertado. Es un intento de dañar el trabajo de nuestra embajada”, aseguró el embajador.
Cafiero es señalado como el responsable de hacer llegar ese documento a un cardenal allegado a Cristina de Kirchner, el cual lo repartió después entre el resto de los integrantes del cónclave.
Anteayer, antes de que la Presidenta se reuniera con el papa Francisco, la embajada argentina solicitó al Vaticano desmentir la información de prensa que daba cuenta de esta maniobra. Sin embargo, la Santa Sede se negó a hacerlo.
Vigilia kirchnerista
Agrupaciones kirchneristas participaron ayer en la madrugada en distintos puntos de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires de las vigilias por la entronización del Papa. El diputado nacional Leonardo Grosso, referente del Movimiento Evita, encabezó una concentración de militantes junto con el padre José María “Pepe” Di Paola en la parroquia Inmaculada Concepción, de José León Suárez. Paralelamente, en Barracas estuvieron el líder de La Cámpora, el diputado nacional Andrés “Cuervo” Larroque, y otros referentes del movimiento kirchnerista Unidos y Organizados.