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Con el ánimo de acallar los rumores que lo relacionaban con la última dictadura militar pero también por convicción personal, el papa Francisco ya tendría el primer beato en su era: un sacerdote asesinado por el régimen militar en 1976.
Se trataría de Carlos de Dios Murias, un sacerdote franciscano. En 1976, en La Rioja, fue torturado y brutalmente asesinado. “La causa para la canonización fue firmada por Bergoglio en mayo de 2011. Lo hizo con discreción para evitar que fuera bloqueada por otros obispos que estaban en contra de iniciativas similares basadas en el compromiso social de los sacerdotes”, explicó Carlos Trovarelli, superior de los franciscanos conventuales en la Argentina.
Luego de que el Gobierno nacional conociera que el cardenal Bergoglio se convertiría en el flamante Papa, funcionarios y personalidades ligadas al oficialismo atacaron a Bergoglio aduciendo una supuesta ligazón del cura con la última dictadura militar en el país. Actualmente, eso cambió rotundamente y las críticas se transformaron en gestos de apoyo y de confianza.
Militantes del oficialismo marcaron la supuesta complicidad de Bergoglio en las acusaciones contra los curas Jalics y Yorio. Esa versión fue lanzada por el periodista Horacio Verbitsky y tanto organismos de derechos humanos como la víctima y la Justicia la descartaron de plano.
La Presidenta no hizo comentario alguno respecto al tema tras el almuerzo que compartió con el Papa y se mostró con expectativas y entusiasmada ante la asunción de Francisco.
En este marco es que se inscribe el proceso de beatificación o canonización iniciado con aval del ahora papa Francisco a los religiosos Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, y al laico Wenceslao Pedernera, asesinados en la dictadura argentina en 1976, que está en su última fase de estudio, dijo el fraile Horacio Zabala.
Los cadáveres torturados y acribillados del fraile franciscano Murias, nacido en Córdoba (centro) y del párroco Longueville, nacido en Francia, fueron hallados el 18 de julio de 1976 en un paraje de la pequeña localidad de El Chamical, provincia de La Rioja, a unos 1.200 km al noroeste de Buenos Aires. Los sacerdotes Murias y Longueville y el laico Pedernera podrían ser las primeras víctimas del terrorismo de Estado en la Argentina con méritos probados para ser declarados santos.
Un gesto de renovación
En medio de la fuerte tormenta financiera, política y moral en la que se encuentra la cúpula de la Iglesia católica, su dirección busca doblegar los esfuerzos para detener el creciente desprestigio de la institución.
Asimismo, las expectativas en el Papa “latinoamericano” se centra en el objetivo de no seguir perdiendo fieles, sobre todo en la región. Lo cierto es que se ha acrecentado la figura del Papa austero y con fuertes gestos progresistas de cara a una eventual nueva etapa del Vaticano.