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El papa Francisco recibió ayer en audiencia privada a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, con la que habló a solas cerca de media hora. Tras esa reunión quedó confirmada la visita del Sumo Pontífice a Río de Janeiro, donde se desarrollará en julio la tradicional Jornada Mundial de la Juventud.
Al tratarse de una audiencia privada y como es norma, el Vaticano no precisó más datos.
La presidenta de Brasil llegó al Vaticano acompañada de un séquito formado por 12 personas y tras el encuentro con el Papa saludó al secretario de Estado, Tarcisio Bertone, y al “ministro” de Exteriores del Vaticano, el arzobispo Dominique Mamberti.
Rousseff encabezó el martes la delegación brasileña que asistió en el Vaticano a la misa de inicio de pontificado del papa Bergoglio.
Fuentes vaticanas señalaron que el papa y Rousseff hablaron, entre otros asuntos, de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Río de Janeiro, el próximo julio.
La 28ª Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) se celebrará del 23 al 28 de julio, cita que, según su arzobispo, Orani Joao Tempesta, será una oportunidad “para ofrecer un crecimiento de los valores cristianos, de solidaridad, justicia, esperanza y valentía para las nuevas generaciones”.
La JMJ de Río de Janeiro tiene como lema: “Andad y haced discípulos a los pueblos”, una temática muy ligada con las indicaciones del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), que agrupa a los obispos de América Latina y el Caribe.
Benedicto XVI tenía previsto asistir a la misma. El portavoz vaticano recordó en estos días que hasta ahora el Papa ha acudido siempre a una JMJ. Tras el encuentro, Rousseff le dijo a la prensa que Jorge Bergoglio no solo le confirmó su presencia en Río -en el encuentro que se realizará entre el 23 y el 28 de julio-, sino que también le dijo que quiere visitar el santuario nacional de Aparecida, que es la patrona del país, ubicado en San Pablo. Durante el encuentro el papa argentino y la mandataria brasileña analizaron otros temas, como la problemática de las drogas. Al salir Rousseff dijo sonriente que el “papa es argentino, pero Dios, como dice mi gente, es brasileño”.