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Sí, sorprende el título. No sé si será exagerado o hasta qué punto se lo pueda considerar así. Pero me sorprendió al quedarme solo unos minutos en el punto central de plaza 9 de Julio (el martes pasado en horas del mediodía), al ver que tres adolescentes paraban el paso de jóvenes y hasta personas de edad avanzada para pedirles “un pico por dos pesos”. Las mujeres, alumnas del Colegio Nacional de una edad aproximada a los 17 años, cortaban el paso de las personas y a algunos estudiantes les impedían continuar hasta que les dieran sí o sí la plata a cambio de un “pico”, o hasta más plata a cambio de “otras cosas”. Lamentablemente algunos se dejaban llevar por este pedido de las chicas y terminaban por pagar. Una lástima realmente hasta qué punto llegaron.
Pero lo más llamativo fue que, más atrás, sentados a corta distancia, las mujeres eran custodiadas por dos estudiantes varones, que vestían uniforme de chomba blanca con cuello rojo. Los mismos le decían a las chicas qué hacer. Ellos mandaban casi obligadamente a las chicas a pedir plata a cambio de un beso y hasta en algunos casos pedían por “algo más”.
¿Lo curioso? Cuando me estaba por retirar de la plaza 9 de Julio, que ya no es lo que era antes, las chicas se me acercaron y me pidieron plata por un beso. Por supuesto me negué, y cuando les pregunte para que querían la plata, me respondieron que era para comprar alcohol o drogas (marihuana más específicamente). Así, en nuestra provincia la “esperanza se hace realidad”...