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Detuvieron a los cabecillas de una peligrosa banda de motochorros que atemorizaban a los dueños de locales comerciales del macrocentro capitalino.
Los malvivientes, quienes efectuaron ocho asaltos a mano armada en menos de 15 días, fueron apresados durante un operativo en Villa Unidad, el miércoles a la mañana.
El mismo fue autorizado bajo una orden de allanamiento emitida por el juez de Instrucción Formal 4, Antonio Pastrana.
En el procedimiento participaron alrededor de 60 policías pertenecientes al Cuerpo de Infantería, grupo GOPAR, 911 y civiles de distintas comisarías.
La investigación se llevó adelante por parte del comisario Luis Daniel Ríos, perteneciente a la Unidad de Prevención e Investigación.
Un particular modo de operar
Durante una conferencia de prensa el comisario Ríos señaló: “Nos informaron acerca de innumerables denuncias efectuadas entre febrero y marzo sobre robos calificados a locales en el macrocentro capitalino. Todos tenían las mismas características. Cuatro personas a bordo de dos motocicletas de grandes cilindradas ingresaban a negocios y uno de ellos, empuñando una pistola, amenazaba a las víctimas para robarles dinero, entre otras cosas”.
“Los robos perpetuados -continuó- ocurrieron en el hotel alojamiento Don Juan, la agencia de turismo Ibarra, dos cybers, dos pollerías y una huevería. Todos ubicados en el macrocentro capitalino. Las denuncias se realizaron en las comisarías 1 y 5 y fueron remitidas a los juzgados de Instrucción Formal 2, 3, 4 y 5”.
La investigación
Tras una minuciosa investigación, los pesquistas lograron determinar que el modo en que operaba la banda corresponde al usado en el sur del país y durante las averiguaciones, se logró establecer, que uno de los detenidos vivió durante mucho tiempo en la provincia de Buenos Aires.
Los detenidos, Sebastián Soruco (27), Hernan Lezcano (23), Manuel Suárez (27), Mauricio Rodríguez (19), Alejandro Romero (27) y una joven de 20 años, quedaron a disposición de la justicia, teniendo todos, excepto la mujer, un frondoso prontuario delictivo. “Uno de ellos tenía pedido de captura por robos calificados”, señalaron fuentes policiales.
Por otro lado se supo que durante el allanamiento que se realizó en cuatro casas simultáneamente, se logró secuestrar dos motocicletas de grandes cilindradas con las que cometían los ilícitos, un arma calibre 45, con cargador y tres cartuchos de 11,25, celulares, muchos DNI, que se presuponen son robados, como así también numerosas tarjetas de Saeta, que sospechan fueron obtenidas por medio de arrebatos y elementos de electrónica.
El comisario a cargo del procedimiento declaró: “Los allanamientos se llevaron a cabo con total tranquilidad, nos aseguramos de mantener el orden con la participación de grupos especializados. La investigación continúa porque sabemos que los detenidos son sólo los cabecillas y queda mucha gente vinculada a estos delitos”.
Por otro lado se supo que a raíz del alto grado de violencia con la que operaban estas personas, las víctimas en muchos casos sufrieron problemas cardíacos.