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Pesaj; así se llaman las pascuas judías y se trata del período de ocho días en el que esta comunidad rememora la liberación del pueblo israelí de la opresión del faraón de Egipto.
El Pesaj se inició el pasado lunes 25 por la noche con una cena en la que participaron todos los integrantes de la familia. Se trata de una ceremonia cargada de simbolismo.
La idea principal de esta cena se centra en que cada casa intenta ser, simbólicamente, el Templo de Jerusalén; el padre o la madre de la familia hace a su vez de sumo sacerdote y la mesa, el equivalente al altar del templo. Pesaj es una festividad que se celebra alrededor de la mesa.
Este simbolismo deviene de lo que los maestros del judaísmo han transmitido en la historia, luego de que en el año 70 de nuestra era dejara de existir el Templo de Jerusalén.
“Las familias nos reunimos esa noche, en la que no hay servicios religiosos, pero en la que sí usamos un libro que se llama Hagadá de Pesaj, que es el libro del relato de Pesaj. Lo usamos como guía para relatar la historia del pueblo de Israel”, explicó a El Tribuno Leo Transelnik, director comunitario de la Asociación Alianza Israelita de Socorros Mutuos de Salta.
La fiesta de los símbolos
De los ocho días que dura el Pesaj, los dos primeros y los dos últimos son los más importantes. En la cena de los dos primeros días, en la mesa habrá un plato que contendrá verdura verde, verdura amarga, un huevo y una pata de pollo.
Leo explicó que la verdura verde simboliza el verde primaveral, el renacer, la redención. La verdura amarga recuerda la amargura que tenían los esclavos en la época del faraón; la pata de pollo se quema sobre el fuego; esto simboliza el sacrificio pascual que se hacía en la época del Templo.
También habrá una mezcla de manzana rallada con vino y nuez, que representará la amalgamasa que se usaba entre los ladrillos cuando los israelíes eran esclavos en Egipto. Durante la noche se tomarán cuatro copas de vino, cada una representará los verbos que utilizó Dios cuando dijo: “Los sacaré, los liberaré, los tomaré y los redimiré para que sean mi pueblo”, describió Leo.