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Escuchas telefónicas: Petrón admite que se reunió con Giménez en plena campaña

Martes, 05 de marzo de 2013 20:02
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El ex diputado provincial y, desde 2012 presidente de Salta Forestal, Alfredo Petrón, reconoció ayer que se reunió con el entonces jefe de Inteligencia de la Policía, Gabriel Giménez, y con el asesor del gobernador Juan Manuel Urtubey, Helio Del Frari, durante las semanas previas a las elecciones de abril de 2011. 
No podía más que reconocerlo, por cuanto la filmación efectuada a escondidas por otro policía, que utilizó su celular, es inequívoca.

Gabriel Giménez dice en su denuncia ante el juez subrogante Julio Bavio que los funcionarios oficialistas lo convocaron para planificar una campaña de espionaje e inteligencia contra el entonces candidato opositor Alfredo Olmedo.

La filmación registra como fecha de reunión el 1 de marzo de 2011. La fecha no es un dato secundario: Petrón asegura que no fue en la estación de servicio Shell de Tres Cerritos, como declara Giménez, sino en la que está en la terminal de ómnibus. También sostiene que fue antes del 30 de enero, fecha de las elecciones partidarias.
Según el presidente Salta Forestal, fue Giménez quien llamó a él y a Del Frari para ofrecerles el apoyo electoral de los policías retirados.

Campaña sin piedad

Menos de dos meses después de celebradas las elecciones salteñas, el 25 de mayo de 2011, se produjo el sorprendente operativo protagonizado por la policía rural cerca de General Güemes, donde el comisario Carlos Gallardo y dos hermanos de Giménez fueron detenidos; Gabriel escapó a Bolivia y fue detenido meses después. Se los acusó de transportar 52 kilos de cocaína y ambos policías fueron exonerados. Los hermanos de Giménez denunciaron que fueron torturados.

La causa por las torturas está en trámite, con dos policías procesados, en el juzgado federal a cargo del subrogante Julio Bavio.

Ya detenido, Giménez aseguró que la cocaína fue “plantada”. Sostiene que hizo filmar la reunión porque sospechaba que estaban por dejarlo afuera del proyecto de inteligencia en el que estaba embarcado.

Sin investigación

La filmación de la reunión entre dos funcionarios influyentes en el gobierno y un supuesto narcopolicía -está preso- parece un indicio más que suficiente como para que el juez Julio Bavio interrogara a Del Frari y a Petrón sobre lo que denuncia Giménez, que los imputa y se autoimputa por un delito gravísimo. El juez no los interroga porque sostiene que no se escucha de qué hablan.

Giménez no refiere cosas menores: asegura que ese día, uno de marzo, ambos funcionarios lo instruyeron sobre tareas de espionaje para sumarse a la campaña iniciada por la AFIP para involucrar a Olmedo en denuncias de trabajo esclavo en La Rioja.

Dicha campaña había comenzado a principio de febrero y fue potenciada con enorme entusiasmo por los medios oficialistas nacionales, que intentaban dejar identificado a Olmedo con Mauricio Macri.

Giménez asegura que tanto el entonces ministro Pablo Kosiner como el secretario de Seguridad, Aldo Saravia, le habían hecho saber que había presupuesto para intervenir teléfonos y obtener imágenes clandestinas en los olivares de Olmedo en La Rioja.

También, dice, se habló de los contactos nacionales. Aquí, la importancia de la fecha: dos semanas más tarde, el 15 de marzo, la diputada porteña Victoria Donda pedía la destitución del diputado salteño. También se conoció en ese momento un correo donde ella transmitía a un funcionario salteño que iba a plantear el desafuero del legislador, argumentando que por su condición de porteña nadie sospecharía que tenía algo que ver con la campaña local.

De todos modos, esto es lo que Bavio debería preguntar a Petrón y a Del Frari. Pero quienes conocen el contenido del expediente dudan que lo haga, por algunos nombres que se manejaron en la conversación hoy inaudible.

Las razones de Petrón

Petrón publicó ayer en la página oficial Informate Salta, que pertenece al coordinador general de Prensa Juan Pablo Rodríguez, una carta donde explica que “en el marco de decenas de charlas y reuniones que tuve durante el mes de enero de 2011 para explicar nuestro proyecto y pedir el voto, una de ellas fue con Giménez, a pedido de él, y con la supuesta finalidad de votarnos junto a un grupo de compañeros de su trabajo en la policía, que él decía representar”.

“No es verdad que la charla se realizó en una estación de servicios del Barrio Tres Cerritos, lo vi una sola vez en la estación de servicios Shell frente a la Terminal de ómnibus. Tampoco es cierto que se realizó en marzo, fue antes del 30 de enero del 2011”. “Hoy que veo que fui filmado y grabado comprendo la trama en la que trataron de involucrarme y quiénes son los que espían”.

Petrón no ofrece ninguna hipótesis de quien querria filmarlo a él conversando con Giménez, ni para qué Giménez -entonces figura promisoria de la fuerza- buscaría filmarse con él. “Jamás yo podría haber formado parte de nada semejante. En primer lugar, aborrezco todo tipo de práctica contraria a la libertad, por ende no solo no las practico sino que las combato. En segundo lugar, es realmente ridículo sostener que puedo tener algún tipo de autoridad para dar órdenes a un policía”.

Cabe aclarar: si el juez Bavio lo hubiera citado a declarar, le habría informado que Giménez no dice que él le diera órdenes, sino que tramaban una estrategia de espionaje cuyos responsables últimos, dice el narco policía, son Urtubey, Kosiner y Saravia.

El premio fue
Salta Forestal
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A Petrón le fue mal en las elecciones de 2011, pero no tanto como para clausurar su carrera política. En las internas justicialistas de enero de ese año, sufrió un fracaso elocuente: el sistema D’Hont lo ubicó como quinto suplente en la lista oficialista de diputados provinciales, con nueve titulares y otros tantos reemplazantes.

Luego del traspié y de la reunión que denuncia Giménez, se vio compensado con un cargo de presidente de Salta Forestal, donde maneja casi seis millones de pesos anuales, de los que solamente dos millones y medio son para sueldo. El resto, para compras de materiales e insumos del Plan de Ordenamiento territorial, ambiental y productivo sobre el cual aún no rindió ningún balance.

A su vez, el supuesto espiado Alfredo Olmedo es diputado nacional y no está preso, como pronosticaban antes del 10 de abril. Su duro enfrentamiento con Urtubey cedió y ahora vota encolumnado con los legisladores que responden al gobernador. Y las tensiones por la concesión de Salta Forestal, al parecer, también cedieron.

 

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