inicia sesión o regístrate.
El Senado francés aprobó ayer la ley de matrimonio igualitario, por lo que solo resta un voto formal de ambas cámaras para la ratificación de la norma, considerada como la reforma más importante para los derechos civiles luego de la abolición de la pena de muerte en 1981. Horas después de la aprobación en el Senado, el gobierno socialista anunció ayer que la ley buscará ser ratificada por la Asamblea Nacional (Diputados) el miércoles próximo, adelantando el calendario previsto.
“El debate lleva más de seis meses, ha durado más de 100 horas en cada Cámara, ya ha habido tiempo suficiente”, dijo ante la prensa Bruno Le Roux, jefe de la bancada socialista en diputados, como respuesta a las críticas de los senadores conservadores.
Previamente, en el hemiciclo, la ministra de Justicia Christiane Taubira aseguró que la ley podría entrar en vigor antes de fines de junio, luego de ser revalidada por el Parlamento y posteriormente examinada por el Consejo Constitucional.
Ayer, al exterior del recinto, centenas de opositores a la ley ‘mariage pour tous’ (casamiento para todos) manifestaron su descontento, al igual que manifestantes del grupo integrista católico Civitas.
Y los defensores del texto impulsado por el gobierno socialista del presidente Francois Hollande se congregaron para celebrar frente a la iglesia de Saint Sulpice, cercana al Senado.
La ley, que permitirá la adopción de hijos pero no la fecundación asistida a las parejas de mujeres, fue aprobada en el Senado luego de una semana de intensos y, por momentos, virulentos debates.
Casi la totalidad de los senadores socialistas, ecologistas y de ultraizquierda (salvo el senador del partido radical Nicolas Alfonsi, PRG) votaron el texto, que fue acompañado por seis conservadores y centristas.
“Ustedes han reforzado el pacto republicano al reconocer simplemente el pleno derecho de ciudadanía a las parejas homosexuales”, les dijo a los senadores la ministra de Justicia Taubira. Promesa electoral de Hollande, la ley es considerada por los medios franceses como la reforma más importante para los derechos civiles luego de la abolición de la pena de muerte en 1981, por el también socialista Francois Miterrand.