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Todos, absolutamente todos los protagonistas en Gimnasia y Tiro ya presagian, palpitan y se frotan los dedos esperando el encuentro que muchos definen como crucial y determinante ante un candidato al ascenso, como lo es el duro Deportivo Maipú, único líder del endecagonal final, que poco está acostumbrado a dar ventajas y a resignar puntos en su temerario reducto en Mendoza, caracterizado por su afamado mote de “impenetrable” que supieron sufrir muchos equipos.
Para este trascendental encuentro, en el cual el albo tendrá un parámetro vital para determinar dónde está parado, el DT Víctor Riggio tiene pensado no trastocar la base ganadora que viene de vencer como local la semana pasada en un encuentro con altos pasajes futbolísticos a Juventud Unida Universitaria de San Luis. Y, pese a las especulaciones que refieren a un posible cambio de esquema, el entrenador millonario tiene pensado no tocar la línea de tres defensiva ni a diez de los once nombres como una manera de otorgarle un crédito a la confianza a los vencedores, la misma postura que al albo le valió construir una marca engrosada de triunfos en la primera etapa del torneo, antes que los fantasmas de las lesiones atenten contra la continuidad y el brillo del equipo que se mantuvo por tantas fechas como líder absoluto.
De acuerdo a lo evidenciado en la práctica futbolística del sábado último, en la cual los titulares de Gimnasia se impusieron a los valores de la primera local, Federico Rodríguez se perfila para ser el reemplazante del suspendido Diego Ianiero en la faz defensiva; y Sebastián Vezzani ratificaría su lugar en el once, al igual que la temible dupla de ataque formada por Leandro Zárate e Iván Agudiak.