Las negociaciones salariales del gremio de los choferes, la UTA, alineado en la CGT oficialista del metalúrgico Antonio Caló, no llegaron a buen puerto. Y en el medio, se sumaron amenazas de la patronal. Por ello, el personal de todas las empresas de larga distancia agrupado en el sindicato paralizó ayer, desde las 14, las tareas a nivel nacional en rechazo de “las amenazas de despidos, la precarización laboral y la ausencia de acuerdo salarial”. En el caso de Salta, el acatamiento a la medida de fuerza fue del 100%.
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Las negociaciones salariales del gremio de los choferes, la UTA, alineado en la CGT oficialista del metalúrgico Antonio Caló, no llegaron a buen puerto. Y en el medio, se sumaron amenazas de la patronal. Por ello, el personal de todas las empresas de larga distancia agrupado en el sindicato paralizó ayer, desde las 14, las tareas a nivel nacional en rechazo de “las amenazas de despidos, la precarización laboral y la ausencia de acuerdo salarial”. En el caso de Salta, el acatamiento a la medida de fuerza fue del 100%.
El titular del gremio, Roberto Fernández, sostuvo que la protesta fue decidida ante “el fracaso de las negociaciones mantenidas con las cámaras empresarias del transporte en el Ministerio de Trabajo”.
“Las patronales niegan un acuerdo salarial, amenazan con producir cinco mil despidos alegando costos laborales y con precarizar el empleo, ya que advirtieron que aplicarán la monoconducción; es decir, quitarán a un chofer de los micros”, denunció Fernández, quien ratificó la protesta y subrayó que “se extenderá hasta que esta grave problemática sea totalmente resuelta”.
Córdoba, paralizada
Mientras, en Córdoba, miles de usuarios del transporte urbano continuaban ayer, por tercer día consecutivo, afectados por el paro de los choferes de las empresas Tamse, Coniferal y Ciudad de Córdoba, nucleados en la UTA. Las autoridades del Ministerio de Trabajo provincial y de la Municipalidad de Córdoba fracasaron en su intento para que el gremio de choferes revea su postura.
El martes, la UTA, de manera sorpresiva, lanzó un paro por 48 horas, cuando no logró ingresar al acto de apertura de sobres para la licitación del futuro sistema de transporte de la capital provincial.
La Provincia había intimado a los choferes a retomar sus tareas y amenazó con declarar ilegal el paro, ya que el sindicato hizo caso omiso de la conciliación obligatoria. En cambio, la UTA dijo no haber recibido la notificación de la conciliación y mantenía la medida de fuerza.
La huelga afectó el dictado de clases, ya que en muchas escuelas, especialmente del centro de la ciudad, se notaba la ausencia de docentes y alumnos.
Por otra parte, la Municipalidad de Córdoba demandó a la UTA ante la Justicia por los destrozos causados el martes último en el Palacio 6 de Julio, sede de la comuna, durante una violenta protesta de choferes.