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¿Por qué Bianchi ya no motiva como antes?

Jueves, 30 de mayo de 2013 22:29
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De repente su larga siesta se convirtió en pesadilla. Luego de la eliminación de la Copa Libertadores, su gran apuesta, a Carlos Bianchi la vuelta a Boca como entrenador se le tornó más complicada que cuando lo hizo como mánager y fracasó rotundamente (asumió en 2009 y renunció en 2010).

Ni el más pesimista imaginó que el Virrey, con toda su mística a cuestas y junto a su “hijo pródigo” Juan Román Riquelme, realizaría en este lapso tan magra campaña.

Lo más llamativo es que Boca nunca encontró un patrón de juego definido en este semestre, en el que se ubica en el fondo de la tabla en el Torneo Final (con 37% de efectividad) y solo le queda como único objetivo la Copa Argentina, demasiado poco para un proyecto tan ambicioso que encaró la dirigencia boquense a principios de año.

El equipo solo ganó algo de solidez en los últimos partidos de la Libertadores y, como contracara, en el torneo local sufrió duras derrotas, algunas por goleada. Por momentos se vio a dos Boca muy distintos, cuando en realidad la idea tiene que ser una sola, aunque cambien los interpretes, como en el caso de Newell"s.

Al parecer el mensaje del emblemático entrenador (que tiene como ayudantes de campo a dos personas con poca experiencia como José Castro y Marcelo Herrera), no terminó nunca de “prender” en un numeroso y cotizado plantel xeneize -que dentro de poco se desmembrará-.

A muchos jugadores no los motivó ni siquiera la presencia del DT más ganador de la historia del club y terminaron bajando notoriamente su rendimiento (caso Silva, Acosta, Viatri, Paredes, Martínez, Ledesma, etc), dando muestra de que perdieron la confianza, algo que no sucedía en los grupos que solía conducir el Virrey.

Ni la promoción de algunos juveniles fue la solución para el momento de turbulencia, ya que los pibes tuvieron un desempeño irregular y, salvo pocas excepciones (Leandro Marín, Nahuel Zárate y Federico Bravo), no pudieron mantenerse.

A Bianchi en este momento solo lo salva la historia y su “espalda ancha” para soportar cualquier vendabal. Si fuese otro entrenador ya lo hubiesen echado de la peor manera, como ocurrió con Julio Falcioni.

Al DT le queda otro semestre para lavar su imagen. Y Boca precisa, más que retoques, una nueva cara.

 Pensando en futuro mejor

Al margen de intentar, en estos cuatro partidos que restan, no terminar tan vergonzosamente abajo en el Torneo Final, Carlos Bianchi ya debe tener el pensamiento puesto en el 1 de julio, en lo que vendrá.

En cuanto a la renovación del plantel, trascendió que las principales dudas del entrenador xeneize están por el lado de los últimos refuerzos que solicitó en enero pasado: ni Ribair Rodríguez ni Claudio Pérez jugaron lo suficiente como para ser evaluados, y las pocas veces que actuaron lo hicieron por debajo de las expectativas del técnico, aunque ambos podrían tener otra chance.

El otro refuerzo llegado en enero pasado, Juan Manuel Martínez, seguirá en el plantel con el lote de los que tienen contrato por uno o más años, como Juan Román Riquelme, Walter Erviti, Cristian Erbes, Nicolás Blandi, Juan Sánchez Miño y Guillermo Burdisso.

En el puesto de arquero, la novedad sería que Boca intentará cerrar la incorporación definitiva de Oscar Ustari para que sea titular, ante el pedido que recibió Boca por Agustín Orión (lo mejor del semestre) desde el fútbol francés, oferta que sería aceptada por el club de la Ribera.

En los puestos defensivos, es casi seguro que sigue Matías Caruzzo, mientras que hay dudas en cuanto a la continuidad de Clemente Rodríguez (gran responsable de la derrota en Rosario al hacerse expulsar), cuyo contrato vence el 30 de junio.

Para reforzar la última línea xeneize suenan los nombres de Walter Samuel, Nicolás Burdisso y Daniel Díaz, pero todavía hay que ver el tema económico.

En la zona del mediocampo, otro de los que termina su contrato es Leandro Somoza, quien tras varios meses de bajas actuaciones levantó su nivel en la Libertadores y habría convencido al Virrey para seguir.

Adelante, es segura la continuidad de Nicolás Blandi, mientras que Lucas Viatri aún duda en seguir como segundo “9” detrás de Blandi o intentar reflotar las ofertas que tuvo tiempo atrás, mientras que el uruguayo Santiago Silva será transferido. En cuanto a los juveniles, tienen su continuidad asegurada Leandro Marín, Nahuel Zárate, Federico Bravo y Leandro Paredes, mientras que Lisandro Magallán, Fernando Evangelista, Guillermo Pol Fernández y Nicolás Colazo podrían ser transferidos.
 

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