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La familia del remisero Julio César Toledo está destrozada. Tras encontrar sin vida al hombre de 38 años y con 13 disparos en el cuerpo, la autopsia del crimen ocurrido el jueves aún no fue enviada a su entorno y tampoco se sabe quien es el juez jujeño que lleva adelante la causa. Esta desesperación familiar se conjuga con el tinte mafioso del brutal crimen. “Desde un primer momento tuvimos la impresión de que la Policía de Jujuy se nos estuviese riendo en la cara”, aseguró Néstor Julián, hermano de la víctima a El Tribuno. El jueves, tras la desaparición del remisero, Néstor junto a un amigo, decidieron viajar a las 22 a la localidad de El Carmen y radicar la denuncia en la seccional de la zona.
Momentos después, casi de casualidad -según comentaron-, un efectivo le dijo que al mediodía había ocurrido un crimen, pero no tenía mayores datos y que para averiguar sobre lo ocurrido, deberían viajar hacia San Salvador para tener información más precisa. “Junto a mi amigo, a las 4 llegamos a la capital jujeña y a los policías les dimos la misma descripción de mi hermano, pero tampoco nos dieron explicaciones si era él o no. Me pidieron que vuelva durante la mañana del viernes porque era muy tarde y no podían abrir la morguera para que lo identifique”, indicó Néstor Julián. “Con toda la angustia encima, con mi mamá viajamos hacia Jujuy a las 6 y un rato después entré a la morgue para reconocer el cuerpo de mi hermano”, dijo Rodolfo, de 34 años. “Los efectivos sostuvieron durante casi un día que Julio fue un NN, pero él llevaba puesto un cinto que decía Toledo y en su brazo tenía un tatuaje que decía "Loco Julio'. Pese a los datos que le dimos, no nos querían decir que el cadáver que encontraron era él”.
Viajan a Jujuy
A primera hora de hoy, la familia del remisero tenía previsto viajar a la capital de la provincia vecina junto a sus representantes legales para saber los avances de la causa.
“Hay cosas que no nos cierran y queremos que los responsables nos den explicaciones”.
“En el lugar donde fue hallado mi hermano (en El Carmen a la altura del dique Las Maderas), dejaron tirados los guantes que usó la Policía Criminalística y luego se fueron. No quedó ni un policía custodiando el lugar”, agregó Néstor Julián Toledo.
“No vamos a parar hasta que los culpables sean juzgados. Lo vamos a hacer porque Julio era una persona de bien y no se merecía esto”.
Otro ataque a los remiseros
A 48 horas del crimen con tintes mafiosos del remisero Julio César Toledo, otro empleado de la empresa La Veloz del Sur, ubicada en la calle Manuela G de Tood 1369 , sufrió un ataque por parte de delincuentes.
“El chofer llevó a unos jóvenes al barrio Solidaridad y ahí lo quisieron linchar. Luego, le rompieron el vidrio del auto y huyeron”, dijeron sus compañeros.
“Antes fue el crimen de Julio y ahora este nuevo hecho. Ya no sabemos que hacer y estamos desprotegidos”, cerraron.
El mismo día que el remisero sufrió el ataque en la zona sudeste de esta capital, otro chofer que tiene el mismo automóvil Volkswagen Surán negro, que el que se encuentra desaparecido tras el asesinato de Julio Toledo, estuvo en la capital jujeña.
“Al remisero le salió un viaje a San Salvador y estuvo durante toda la tarde del sábado allá. Nadie, ni siquiera un policía, lo paró para pedirle la documentación del coche, pese a que las características de ambos vehículos son las mismas”.
¿Pasó por Aunor?
Los familiares de Toledo dudan de que el hombre haya pasado por Aunor el jueves, antes de ser asesinado.
Su entorno sospecha que lo llevaron por la ruta nacional 9, convertida, tal como informó este medio, en el trayecto elegido por los narcos.