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Manu Ginóbili, ídolo a los 35

Domingo, 02 de junio de 2013 02:43
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Pasan los años y sigue vigente. El astro argentino Emanuel Ginóbili volvió a una final de la NBA (siglas en inglés de la Asociación Nacional de Baloncesto), la liga más importante del mundo. Hace diez años el bahiense conseguía lo que ningún basquetbolista pudo en la historia nacional de este deporte: ganar un anillo en la competencia norteamericana. Ya se calzó tres (2003, 2005 y 2007) y va por su cuarto anillo.

A los 35 años, muchos se preguntan si será el último gran título que disputará Manu.

Siempre supo que iba a ser jugador de básquetbol, incluso que podía vivir de este deporte. No se puede pensar o entender la vida del Manu sin el básquet. Salió de un seno familiar que respiraba baloncesto. Su padre, Jorge Ginóbili, fue jugador, entrenador y presidente del Club Bahiense del Norte de Bahía Blanca, ciudad de la provincia de Buenos Aires denominada “cuna del básquet nacional”. Su hermano mayor, Leandro, jugó en la Liga Nacional y se retiró en el 2003, y Sebastián, su otro hermano, lo hizo en Argentina y Europa.

 Desde que el escolta de 1,98 metros de altura -su posición original, aunque últimamente los años y la experiencia lo hayan posicionado como un gran base- se pusiese en convivencia con la naranja no paró de ganar. Hizo tambalear el orden natural de las cosas y batió cuanto récords estuvo a su alcance. Desde Andino de La Rioja, club con el que debutó en 1995 en la LNB, saltó a la conquista del mundo. En su fugaz paso por la Liga Nacional, después de brillar en La Rioja lo hizo en el Club Estudiantes de su ciudad natal. Quizás la cuenta pendiente haya sido y siga siendo el título nacional.

En Europa también tuvo un efímero paso. En 1997 debutó en el equipo italiano de Reggio Calabria y se consolidó definitivamente como una gran figura del básquetbol internacional en el Kinder Bolonia. Allí ganó todo y en el 99 fue elegido en la segunda vuelta del Draff de la NBA, en el puesto 57, por San Antonio Spurs. Competencia que lo tuvo recién en el 2002. Junto a Tim Duncan y Tony Parker, empezaban a construir la dinastía texana. De forma paralela, el éxito lo acompañó en la Selección argentina. Debutó en 1998 y fue el máximo abanderado de la Generación Dorada, la camada más importante que dio el básquetbol nacional en su historia.

Títulos y estadísticas que solo los elegidos como Manu (Messi, Federer, Schumacher) suelen tener en su currículum. Figuras que de vez en cuando aparecen en alguna parte del planeta y rompen el molde. Después de tres décadas y media, el Manu sigue dando que hablar, nada menos que en la NBA. Esta vez espera, junto a sus compañeros de San Antonio Spurs, ir por su cuarto anillo -sería el quinto del combinado que dirige Gregg Popovic- a partir del 6 de junio. Desde donde está aporta su don de liderazgo, en estos play-offs al argentino le tocó ser el sexto hombre (no ingresa en el quinteto titular), y desde allí se las arregló para ser clave en las distintas series.

¿Será el último título que dispute con los Spurs? Después del 1 de julio pasará a ser un agente libre. Su contrato con el club texano habrá terminado y el Manu deberá elegir el camino. “Muchos de nosotros no sabemos si volveremos a vivir algo así”, había señalado después de cerrar la serie por 4 a 0 ante Memphis y ganar la Conferencia del Oeste.

También dijo que no está planeando retirarse, “me encanta lo que hago y espero seguir”, sostuvo. Actualmente es uno de los jugadores mejor pagos del plantel y todo parece indicar que al final de la temporada podría superar la barrera de los 100 millones de dólares, solo en conceptos de sueldos. En caso de seguir -la franquicia texana quiere que lo haga- resignará en lo económico.

Todo puede pasar, mientras tanto se ilusionan en Bahía y en el Kinder Bolonia, donde es un verdadero rey. El veterano de 35 años (el 28 de julio cumplirá 36) sigue acrecentando la historia, sigue brillando como lo hicieron Maradona, Monzón, Fangio y Vilas.

 En la Liga Nacional
 

Se inicio como jugador en el club de su ciudad, Bahiense del Norte (1987-1995), luego se traslado a La Rioja, al Andino (95-96) y terminó su pasó por la Liga Nacional en el Club Estudiantes de Bahía Blanca (96-98). Con 21 años emigró al Viejo Continente, si bien tuvo grandes actuaciones en las temporadas que jugó en Argentina, le quedó como cuenta pendiente ganar el título de la LNB. Una buena excusa para regresar.
 

 En lo más alto
 

En su debut en la NBA, obtuvo el primer anillo de los tres que tiene. Fue en la temporada 2002/03, los Spurs empezaban a deleitarse con el mejor tridente de su historia: Dunkan-Parker-
Ginóbili. En el 2005, ante los Suns, el Manu se vistió de Jordan, hizo 48 puntos récord para un jugador latino en dicha liga. De los cuatro títulos que tiene el equipo, Ginobili estuvo en tres. Desde el jueves que viene irá por el cuarto. Un fenómeno.
 

El éxito en la Selección argentina fue similar al de los clubes: lideró el equipo que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (fue elegido MVP), ganó el subcampeonato del mundo en 2002 y la medalla de bronce en Beijing 2008 

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