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Buscar los mejores materiales para cimentar una construcción es la perfecta analogía para decir por qué es importante recibir una buena alimentación desde los primeros meses de vida. Es la base para estar sanos. Para crecer bien y tener una buena calidad de vida. Esa premisa es la convicción más profunda de quienes trabajan en la fundación Nutrir Salta. “La única debilidad mental que se puede prevenir es la que se origina por la desnutrición”, dijo Héctor Morales, en diálogo con El Tribuno.
Fundación Nutrir Salta tiene su sede en barrio Solidaridad. Allí asisten unos 40 niños desde los primeros meses de vida hasta los cinco años. Son chicos que están en riesgo nutricional y que reciben atención junto a sus mamás. La mayoría son de ese barrio, pero también van desde otros lugares cercanos y así, periódicamente, son atendidos por un grupo de profesionales entre los que hay nutricionistas, psicopedagogos, asistentes sociales y docentes.
Morales, quien además es psicopedagogo comentó cómo se organizan las tareas de la fundación. El niño y la madre ingresan al centro y asisten al lugar una vez a la semana. Si el niño es muy chiquito (menos de tres años) van a la sala de estimulación. Los de 3 años en adelante asisten a un jardín de infantes que también funciona allí. Mientras el niño está en la salita o en la sala de estimulación, la mamá participa de charlas y talleres en los que se abordan diferentes temáticas: alimentación y nutrición y violencia familiar, en primera instancia.
“Se procura hacer un abordaje integral donde intervienen distintas áreas. Creemos que es necesario abordarlo desde distintas aristas. Es la única forma de que las tareas sean efectivas”, dijo Morales, para describir un trabajo que incluye servicio de nutrición, pediatría, psicología y de estimulación temprana. “¿Cómo es un niño que no está bien nutrido?”, le preguntamos a Morales. “Ese interrogante es algo que tenemos presente siempre. Reitero: la única debilidad mental que se puede prevenir es la que se origina a partir de la desnutrición. El primer año de vida es clave para el desarrollo de un niño. La desnutrición se refleja, primeramente, en los inconvenientes del niño para aprender y desarrollarse intelectualmente. Esas son las primeras secuelas. Cuando hablamos de prevenir y atender los primeros años de ese niñito, estamos hablando también de la posibilidad de intervenir en un momento clave que va a cambiar totalmente sus posibilidades a futuro”, resumió.
La fundación Nutrir Salta es una entidad sin fines de lucro creada recientemente para favorecer la nutrición de niños de barrios carenciados de la ciudad de Salta, para luego extender este trabajo a la mayor cantidad de lugares posibles de la provincia. Esta institución fue aprobada como franquicia de Familia Conin, fundación del doctor Abel Albino.
Problema multicausal
Sin dudas, la desnutrición es un problema que afecta principalmente a personas que viven en la marginalidad y que tienen severos problemas económicos, pero es también una cuestión cultural.
“Esta problemática es multicausal. Hay algunas pautas culturales que son necesarias de revertir para lograr resultados a largo plazo. Ir contra ideas preconcebidas acerca de cómo debe ser la alimentación que a veces no coinciden con lo que el niño puede necesitar en sus primeros años”, dijo Morales.
También se contemplan otras problemáticas para el fortalecimiento familiar como la violencia por lo que se articulan actividades con otras instituciones, como Fundación Lapacho, entre otras.