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Me van a perdonar, pero no puedo esperar hasta el martes. Las páginas digitales de Salta parecen escritas por Woody Allen, o por Alfred Hitchkok, o Federico Fellini. O los tres juntos.
Lo peor de todo es que los protagonistas tienen poder y sueñan con quedarse allí hasta que se mueran, cosa que, según las estadísticas, ocurrirá dentro de tanto tiempo que, para entonces, Salta será filmada por los documentalistas de La tierra sin humanos.
¡¡¡La prioridad del gobernador Urtubey ahora es llevar a pasear a los Niños del Llullaillaco!!!
No debe ser cierto. Debe ser algo así como la vivienda que le iban a dar de inmediato a la familia Bonifacio, que terminó siendo una solución habitacional en un asentamiento para dentro de cuatro meses. Para después del Milagro, les dijo Loutaif.
Lo increíble es que se les ocurra.
Urtubey e Isa se fueron a Nueva York -lo llevaron a Ovejero, para que conozca- y se sacaron una foto con César Pelli. “Estamos buscando un ícono de Salta”, explicaron.
Urtubey ya tenía un ícono en Orán , las aguas danzantes, pero no se le ocurrió mejor idea que inaugurarlas en plena sequía.
Si hay algo que no falta en Salta son lugares emblemáticos e históricos. Uno se pregunta, si existe semejante voluntad icónica, ¿porque no cuidan un poco más la Plaza Nueve de Julio o el Parque San Martín?
¿Por qué no terminan de una vez por todas el parque del Bicentenario?
Y la otra pregunta, ¿Por qué no se les ocurre algo nuevo?.
Urtubey ya quiso birlarle a Romero el Museo del Vino y, para mostrar que es igual pero distinto, intentó crear una bodega artesanal. Vitivincultura igualitaria e inclusiva. ¿Cuántos europeos vendrían a paladear el vinito nacional y popular, que no es justamente el que toma el gobernador?.
Los Niños del Llullaillaco no son un ícono: son patrimonio cultural de la humanidad que un grupo extranjero quería robar de nuestra puna y llevarselo al exterior. Lo frenó el tano Antonio Oiene. Ahora están alojados en un edificio especialmente acondicionado, con tecnología provista por el INVAP y en delicadísimas condiciones de mantenimiento. Para preservarlas destinaron el viejo Consejo de Educación, en la Plaza Nueve de Julio, junto con la Catedral, el MAC, el Teatro y el Cabildo.
Claro, fue en la época de Romero. Urtubey debe pensar que en esos 12 años se hizo todo y a él solo le queda imitar, plagiar o destruir.
¿O será que el gobernador piensa que cualquier problema con los Niños lo arregla con Indalecio Calermo?
Salta tiene algunos problemitas - con los motochorros, los narcotraficantes, la sequía, el desempleo - pero los dirigentes siguen enfrascados en mudar museos y demoler monumentos.
Para no ser menos que el gobernador, Miguel Isa ayer dijo que va a sacar los colegios privados del centro.
Es por el tránsito, ¿vio?.
Algunos sospechan que es solo una expresión de deseos. Pero los rumores dicen que quieren llevar el Jesús, el Huerto, el Belgrano, el Bachillerato Humanista, el San Alfonso y varios más al Parque Industrial. No se sabe bien si es en el de La Pedrera o el que pensaban hacer en San Luis. Con eso, seguro que el tránsito se descomprime.