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Un oficio y un amor, en talles especiales

Sabado, 13 de julio de 2013 23:27
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Ignacio Cortéz tiene nueve años y es el menor de tres hermanos, hijos de Sandra y Héctor. Para todos, es “Nachito”. Un chico risueño, inquieto, muy divertido. Nacho es encantador. “Un nene con ángel”, como se le dice a las personas que pueden atravesarnos con la mirada.

Nachito tiene acondroplasia, uno de los factores del enanismo. Es decir que tiene una talla considerablemente inferior a la del resto de las personas.

Su mamá, Sandra Agüero, también es muy risueña. Sabe un oficio y es la dueña de una gran idea. Así es como se la puede describir, rápidamente, en solo tres líneas. Porque Sandra es modista. Cose desde que es chiquita y hoy, se dedica a hacer ropa de talles especiales para otros niños con acondroplasia u otras personas que, por algún motivo, necesiten ropa de confección o talle especial, aunque, si se lo piden, también recibe otros encargos.

Ella no pudo terminar sus estudios y, cuando nació Nacho, también tuvo que dejar de trabajar. Es que el niño tiene que viajar asiduamente a Buenos Aires, para hacerse controles y recibir tratamientos en el Hospital Garrahan. Allí hay médicos que se dedican a la acondroplasia. Eso la vinculó con otros papás, de nenes que tienen la misma enfermedad. Las salas de espera son su punto de reunión, el espacio en el que comparten sus propias experiencias de vida. Diálogos en los que se discute sobre lo cotidiano. Sobre cotidianeidades que encuentran dificultades en lo más elemental, como la ropa. Sandra cose la ropa para Nacho. Lo hace porque le gusta coser pero también porque en ninguna tienda venden ropa para personas con acondroplasia. En esas charlas que ella tiene con los otros papás, fueron ellos quienes le dieron la idea: “¿Porqué no hacés ropa para vender?”, le sugirieron. Se adueñó de esa idea y la transformó en un proyecto que rápidamente concretó, cuando se presentó a la Oficina de Trabajo de la Provincia y pidió ayuda para desarrollarla.

Hoy “Mi luna” es el nombre de la marca de ropa para personas que, por algún motivo, necesitan que sus prendas tengan una confección especial. “El nombre de esta pyme no es porque sí. Son las primeras sílabas de los nombres o apodos de mis tres hijos: Michu, Lurdes y Nacho. La media luna de la marca representa mi matrimonio”, contó Sandra.

Desde el taller

Una repisa con telas de distintas texturas y colores. Un espejo grande. Cajas con hilos, alfileres y agujas. Una mesa, un par de sillas y la máquina de coser. En las paredes, varios cuadros con muchas fotos de Nacho: disfrazado de fantasma, de San Martín, de gauchito... Le gusta salir en todos los actos de su escuela, Alberdi.

Los objetos que hay en esa pequeña habitación hablan de estos últimos dos años en la vida de Sandra y de toda su familia.

El viernes, las puertas de esa sala se abrieron para El Tribuno y para los periodistas de otros medios de prensa locales que quisieron conocer esta historia de cerca.

Sandra salió a recibirnos y habló, sin ahorrar en detalles, de este nuevo emprendimiento en el que es su propia jefa y que le permite seguir siendo tan buena mamá como es desde el primer día.

Hoy Nacho cursa el cuarto grado y arruga la nariz cuando le preguntamos si le gusta ir a la escuela. “Maso”, dice, mientras gesticula con sus manos. Sí le gusta mucho jugar al fútbol pero, por el momento, no lo puede hacer. Tiene una compresión vertebral por la que sufre dolores de espalda intensos y probablemente sea sometido a una cirugía el próximo mes. Pero es muy inquieto y juega igual. Cuando está cansado se sienta a acompañar a su mamá. Le hace bromas. Nacho también es muy ingenioso, tiene mucha chispa.

Contacto “Mi luna”

Esta empresa funciona en la casa de la familia. Para consultar por pedidos de prendas o trabajos particulares, se puede llamar a Sandra al 155311607. Hace su trabajo de puntos y puntadas con mucho cariño.

Programa de empleo

MIMOS HECTOR Y SANDRA, LOS ORGULLOSOS PAPAS DE NACHO, LE DAN UN BESO.

Sandra, para poder concretar su pyme, participó de un programa de empleo.

El Ministerio de Trabajo cuenta con una línea de microemprendimiento destinado a los beneficiarios que cuenten con los siguientes requisitos: seguro de capacitación y empleo (SCYE), 10 cuotas o más pendientes de liquidación del programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo, se requiere que los jóvenes hayan realizado los talleres obligatorios y estén cursando por lo menos el último año de secundaria, deben tener seguro de desempleo o fondo por desempleo. El proyecto debe ser de producción o prestación de servicios.

Finalizado el taller, debe realizar un curso de gestión empresarial, el cual tiene como finalidad la confección del proyecto, para lo cual se les asignará un tutor especializado. Luego debe dirigirse al área Programa de Empleo Independiente, para anotarse en lista de espera.

Desde el área se los llamará para derivarlos a un taller obligatorio de Orientación al Trabajo Independiente (OTI).

Para mayor información, los interesados pueden comunicarse por teléfono al 4373268 de lunes a viernes, de 8 a 14.

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