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“Los programas de la Secretaría de Salud Mental y Abordaje de las Adicciones representan un 0,02% del presupuesto. Al Cepris llegan migajas”, deslizó Gustavo Farquharson, exsecretario de Lucha y Prevención contra las Adicciones de la Provincia, consultado por este medio.
Un informe de El Tribuno mostró ayer el deterioro del Centro Provincial Integral Sanitario (Cepris), el edificio donde se asiste a chicos con adicciones a las drogas.
Cuando se inauguró, en diciembre de 2009, se anunció que sería una dependencia “modelo” y “única en el interior del país”. Hoy le falta mantenimiento y las madres de los pacientes están desilusionadas con la atención.
A lo largo del año se replicaron las quejas por la falta de higiene y porque “se come lo que hay”. Padres y jóvenes denunciaron que, con frecuencia, la comida escasea.
Un testimonio que recogió El Tribuno da cuenta de que una noche, más de 15 pacientes tuvieron que comer entre todos un pollo. “Hay veces que falta y hay veces que sobra. La idea es que los chicos se cocinen”, dijo un operador. En el centro no hay nutricionista. Tampoco existe un servicio para la alimentación de los pacientes como el que tienen los hospitales.
Farquharson renunció al gabinete de Juan Manuel Urtubey un mes antes del corte de cinta del Cepris. “Me fui porque los fondos que se asignaban no eran suficientes. Ahora sé que se mantienen bajos. Según el presupuesto 2013, solo un 0,02% se destina a los programas de rehabilitación de la Secretaría de Salud Mental. Son cerca de $2,8 millones”, señaló.
Este año la Provincia tiene fondos por $12 mil millones. El monto total para la Secretaría de Salud Mental, que incluye los gastos de administración, asciende a $11.971.736.
“No hay voluntad de este Gobierno para hacer frente a las adicciones”, acentuó Farquharson. Y agregó: “Las condiciones del Cepris no son óptimas debido a la falta de presupuesto. Es probable que no lo hayan podido mantener. En charlas que hago en los barrios, los padres se quejan porque cuesta mucho acceder a los tratamientos. El centro se burocratizó demasiado”.
El establecimiento, ubicado en Aniceto Latorre al 1.100, dependía del Ministerio de Desarrollo Humano. En 2011 quedó bajo la órbita de Salud Pública. Farquharson cuestionó el cambio. “Las adicciones no solo son un problema sanitario. Es necesario realizar un abordaje social e interdisciplinario”, dijo.
Desde diciembre de 2009 hasta fines de 2012 pasaron por el Cepris 1.998 jóvenes que hicieron tratamientos ambulatorios, estuvieron internados o asistieron al centro de día.
Casi un millón para refacciones
Inicialmente estaba previsto que el Centro Provincial Integral Sanitario (Cepris) alojara a los bebés de las jóvenes que reciben tratamientos y a otros familiares que vienen del interior. El pasado 26 de junio, más de tres años después de la inauguración, la Secretaría de Obras Públicas de la Provincia aprobó el legajo técnico para refaccionar el edificio (Resolución 460/13) por un total de $952.647,26 . Recién cuando se haga la obra existirá el albergue.
Sergio Zorpudes, titular de Obras Públicas, afirmó que la Secretaría de Salud Mental y Abordaje de las Adicciones, solicitó la “refuncionalización” del predio.
“El objetivo es contener a pacientes que anteriormente, ya sea por la distancia o la situación económica, no recibían atención. Se prevé que las personas derivadas de otros puntos de la provincia vengan con sus familiares, ya que es muy importante la contención. Los acompañantes tendrán un lugar para hospedaje”, indicó Zorpudes.
Con parte de los fondos se comprarán sábanas, acolchados, frazadas y colchones. Se sumarán estufas, roperos, heladeras familiares, ventiladores, mesas, televisores, lavarropas, secarropas y sillas, entre otras cosas. También se arreglarán cañerías y problemas de agua caliente.
Para conocer más sobre la “refuncionalización del edificio”, El Tribuno llamó en varias oportunidades a Claudia Román Rú, secretaria de Salud Mental, pero estaba en una capacitación en los Estados Unidos, según se informó.
Zorpudes detalló además que repararán la carpintería, las canaletas y se hará un recambio de vidrios y de cielorraso en algunos sectores. Admitieron que se deterioraron por el ingreso de agua por obstrucción de canaletas.
“Se pondrán a punto las instalaciones sanitarias. También habrá un destranque de base sanitaria, reemplazo de griferías y algunos accesorios. Además, se mejorará la instalación eléctrica y se pintará el edificio”, agregó el funcionario.
El Gobierno había invertido $3 millones de pesos en la construcción del Cepris en 2009 y otros $300 mil en la adquisición de muebles, ropa de cama, equipamiento informático, instrumental médico y utensilios de cocina.
Fuentes consultadas afirmaron que ya existieron dos llamados a licitación públicos. Ambos fracasaron. En el primero se presentaron tres empresas a comprar los pliegos y en el segundo dos. Pero finalmente, ninguna constructora hizo los trámites para competir por la obra.