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El 11 de marzo de 1991, nuestro padre sufrió un ACV, en su pueblo natal y de residencia, Tartagal. Ante la necesidad de un tomógrafo, la indicación médica incluyó su traslado a Salta.
Iniciando los trámites por la ambulancia, triste fue nuestra sorpresa al tomar conocimiento de que el puente sobre el arroyo Sauzalito (Caimancito, Jujuy) se había derrumbado, dejando a toda la zona norte de Salta sin comunicación terrestre.
Nuestra madre, se dirige al entonces Sr. intendente Abraham, quien de inmediato puso en conocimiento de la urgencia al Sr. Gobernador Don Hernán Cornejo, quien se encontraba en Tartagal junto a su ministro de salud.
Sin dudar un instante, el Sr. gobernador cedió su lugar en la aeronave que le había transportado al norte e instruye a su ministro, para que acompañe en el vuelo y coordine el arribo del paciente al hospital San Bernardo en la ciudad de Salta. Quedando él varado en el norte de la provincia. Recordemos que en esa época no había vuelos sanitarios.
Nuestro padre sobrevivió ese día y casi siete años más.
Agradecemos la nobleza de Don Hernán Cornejo y de todas las personas que participaron en este gran gesto humanitario.