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Descartan que haya un brote de bronquiolitis, pero las consultas por las enfermedades de las vías respiratorias altas, denominas Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) no neumonía, siguen en aumento.
Así lo aseguró la directora pediátrica de ese centro médico, Susana Balcarce. Respecto de las bronquiolitis y las neumonías en los lactantes, Balcarce destacó que la terapia esta colapsada porque “los gérmenes que provocan estas enfermedades están más agresivos y virulentos”.
De las 350 a 450 consultas diarias que registra el Hospital Público Materno Infantil (HPMI), repartidas entre la demanda espontánea y las de guardia, el 80 por ciento son por cuadros respiratorios. De ese porcentaje, la mayoría se corresponde con enfermedades de las vías respiratorias altas que incluyen cuadros como la laringitis, faringitis, otitis y angina.
En el caso de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) de las vías bajas como la bronquiolitis y la neumonía, Balcarce resaltó que en Salta no hay un brote de este tipo de enfermedades, pero si mencionó que la terapia intensiva del hospital está al 100 por ciento de su capacidad.
“Las bronquiolitis están estacionadas, no es que aumentaron de acuerdo a la curva del año anterior. En este momento no tengo el brote de bronquiolitis provocado por el virus sincicial. Sí tengo aumento de las IRA no neumonía”, dijo la directora pediátrica del HPMI.
El movimiento fuerte de la terapia intensiva del hospital empezó desde el 8 de julio con 13 a 14 niños internados en esa sala, mientras que esta semana se llegó a completar el cupo, que es de 17 camas.
Con la demanda que se registró durante los últimos diez días en la terapia del Materno Infantil, Balcarce aclaró que ya se dio aviso a los hospitales de Orán, Tartagal y General Gemes de que los cuadros que sean para derivación hacia el Materno “se traten de resolver en el lugar con la parte privada por la falta de camas en la terapia”.
25 pacientes por pediatra
La directora del área pediátrica del Materno Infantil contó que los últimos diez días los pediatras de los consultorios tuvieron una alta demanda de consultas.
Hay cuatro pediatras por la mañana y otros cuatro por la tarde; cada uno atendió 25 pacientes por día.
“Por ejemplo el lunes pasado, en la guardia, se atendieron 250 chicos más la demanda espontánea, que fueron otros 200 chicos. El feriado pasado, del 9 de julio, se atendió a más de 550 chicos”, sostuvo la especialista.
La pediatra recomendó a los padres que la primer consulta médica del niño la deben hacer en el centro de salud del barrio. Allí le va a indicar qué tratamiento se debe seguir y a qué signos y síntomas se debe estar atento para saber si el pequeño desmejoró.
¿Cómo se inician los cuadros respiratorios?
El paciente de mayor riesgo es el más pequeño, que tiene hasta dos años.
Generalmente los cuadros respiratorias empiezan con un resfrío, los pequeños presentan tos y dificultad para comer.
Ante estos indicios se debe acudir al centro de salud del barrio para que el médico revise al bebé y se haga un monitoreo de su evolución.
A qué hay que estar atentos
Una vez determinado en el centro de salud si hay o no un problema en las vías respiratorias altas o en las bajas, se le explicará a la mamá cuáles son los síntomas y signos que hay que identificar como riesgosos y que dan cuenta de que no hay mejora.
Si hay diagnóstico de una laringitis, faringitis, otitis o angina; habrá que prever que el pequeño se alimente bien, se hidrate y se ventilen los ambientes. Probablemente al niño le den un tratamiento analgésico y desinflamatorio porque no siempre se necesita el antibiótico.
Muy diferente es si el diagnóstico es una bronquiolitis. Allí el pequeño con más riego es el de meses hasta el año de vida.
Es probable que el bebé esté irritado, tenga dificultad para comer y puede haber vómito. Hay que prestar atención cuando al bebé le cuesta respirar, es decir, cuando al pequeño se le marcan las costillas cuando respira, lo que se llama tiraje intercostal.
Estos signos y síntomas son los que se debe observar atentamente porque hay más probabilidades de que el cuadro sea más severo.
En ambos casos, tanto en las enfermedades de las vías respiratorias altas como en las bajas, hay fiebre.
También corren más riesgo, aquellos niños desnutridos, bajos de peso, con enfermedades congénitas cualquiera sea su tipo, entre otros.