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Otro capítulo en las investigaciones por el crimen de Angeles Rawson. El portero Jorge Mangeri, único imputado y detenido por el crimen de la adolescente, se negó ayer a ser sometido a pericias psiquiátricas en una dependencia de los tribunales porteños, en las que se le iba a preguntar sobre su “sexualidad”.
A Mangeri quería consultárselo sobre sus inclinaciones sexuales y también sobre rasgos de conducta ante una frustración o sensación de impotencia, indicaron las fuentes.
No obstante, a la negativa de someterse a esa pericia, el juez Javier Ríos, a cargo de la causa, sumó otro indicio: cuando el cadáver de Angeles era encontrado en el basural de José León Suárez, el portero llamó a la familia para preguntar si sabían alguna noticia de la menor por entonces desaparecida.
Así lo dijo una tía de Angeles, quien confirmó -tal como constaba en las actuaciones policiales- que el llamado de Mangeri preguntando por alguna novedad ocurrió sobre el mediodía del 11 de junio, casi en simultáneo con el hallazgo del cadáver en la planta de reciclado del Ceamse.
Preso desde el 15 de junio pasado, Mangeri fue trasladado ayer desde la cárcel de Ezeiza hasta la sede del Cuerpo Médico Forense para que fuera sometido a las pericias psiquiátricas que dispuso el juez.
“Se negó a someterse a una pericia que está absolutamente sesgada -se quejó Adolfo Méndez, su perito médico forense-. Estaba todo orientado hacia elementos de la sexualidad. Eran 53 preguntas que a nuestro modo de ver estaban sesgadas y dirigidas hacia meras hipótesis... En 25 años de perito nunca vi preguntas de este tenor”.