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El radicalismo es una caldera. La invisibilización de la dirigente radical, Silvina Vargas en la campaña de Unión por la República terminó por exasperar cada vez más los ánimos en la sede de Mitre casi Rivadavia. Las miradas apuntan a quién dirige el comando de campaña, Juan Martín Biella, hermano del precandidato a senador nacional y al interventor de la regional, el diputado santafesino Santiago Mascheroni.
El empresario inmobiliario es señalado por los manejos y desmanejos en la campaña de cara a las primarias. “Hay desaciertos en los mensajes de la propaganda” dijo el dirigente radical, José María Farizano a El Tribuno.
Cabe recordar que el comité de la UCR había propuesto a diversos referentes para liderar la lista de diputados pero terminó pesando más la intención de Juan Martín Biella para que Vargas sea la candidata. Hoy, inentendiblemente, fue prácticamente borrada de la campaña, al no salir en la publicidad callejera ni en los spots audiovisuales del frente Unión por la República.
“Hoy (por ayer) Silvina Vargas está recorriendo el norte con mucho esfuerzo. Pero su presencia a quedado reducida privilegiando a Virginia Cornejo y a Carlos Morello que ocupan lugares menos importantes que Vargas” reclamó Rubén Correa, dirigente de la UCR.
Pese a las rispideces, Farizano sostuvo que “tomaron distancia, pero están acompañando”. Sin embargo, aclaró que “la representación nuestra está en Vargas”.
La ausencia del interventor
El difícil momento del partido hoy se traduce en que hace tiempo la UCR está intervenida a través del diputado santafesino Santiago Mascheroni. Lo cierto es que hoy, sus afiliados dicen que se trata de un “interventor ausente”.
Es que los máximos exponentes del radicalismo hoy sienten que su partido ha quedado diluido en el frente. “Necesitamos recuperar la decisión dentro del frente” advirtió Correa. En este marco es que admitieron que “la ausencia del interventor nos está generando mucho daño”.
Es por esto que desde el radicalismo ya comenzaron a analizar la posibilidad de salir solos en las elecciones provinciales. “Necesitamos recuperar nuestra identidad” afirman.
Sin embargo, para esto deberán contar con el aval nacional a través del interventor Mascheroni, decisión que podría chocar con la intención del radicalismo a nivel nacional de conformar un gran frente opositor.