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Con su mejor tenis, Juan Martín Del Potro se metió ayer por primera vez en su carrera en una semifinal de Wimbledon, al barrer al incansable español David Ferrer en sets corridos por 6-2, 6-4 y 7-6 (5). Tras dos horas y 16 minutos, muy poco para un rival y la instancia que se jugaba, Del Potro quedó de frente a una semi con el serbio Novak Djokovic (será mañana), vencedor del checo Tomas Berdych, también en tres sets (7-6, 6-4 y 6-3).
Del Potro casi que comenzó y finalizó su partido ante David Ferrer en el suelo. No se había completado el primer game del partido (ganaba 40 a 15), cuando el argentino se exigió por responder un tiro del español y volvió a doblarse levemente la rodilla izquierda que ya venía maltrecha del duelo de octavos de final. Quedó tendido en el césped de la cancha central de Wimbledon; hubo muchos gestos de dolor, pero el número 1 del país se repuso y jugó de forma excepcional para volver al césped de la Catedral, esta vez para festejar el triunfo que lo puso en semifinales del Grand Slam más importante en la historia del tenis.
A pesar del dolor, Del Potro ganó con autoridad su saque y ya un poco más suelto y acarreando mejor su dolencia, logró quebrarle con una exquisita derecha angulada y luego ratificó la ventaja con su saque y dos aces consecutivos para adelantarse 3-1. El tandilense volvió a quebrar en el séptimo game para ponerse 5-2 y valiéndose luego de su soberbio servicio (73% de efectividad con su primer saque y 84% de los puntos ganados con el mismo), levantó dos breaks y con un ace concretó finalmente la victoria en el primer set en 43 minutos.
En el segundo parcial, el trámite fue parejo hasta el noveno game, en el que el argentino, sin rastros ya de su dolencia, logró romper el saque del español, quien jugó infiltrado por un dolor en el tobillo, para adelantarse por 5-4. A continuación, Delpo, a quien sólo le quebraron dos veces en el torneo, no vaciló y nuevamente con un servicio brillante ratificó el break y confirmó el 6-4.
Ya en el tercer set, nuevamente la paridad estuvo a la orden del día y cada uno se encargó de mantener su servicio para arribar a un decisivo tie break, en el que el tandilense arrancó mejor, el español se recuperó, pero finalmente Del Potro sentenció su hazaña con dos soberbios tiros ganadores. El argentino supo adelantarse 4-1, pero luego Ferrer igualó 5-5, hasta que Delpo sacó ventaja con un ángulo cruzado de derecha, y en la primera oportunidad para cerrar el partido, con el saque de su rival, trabajó el punto con calma y definió con una paralela a la carrera para derrumbarse de felicidad en el césped.