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Líderes de todo el Cono Sur americano refrendaron anoche en Cochabamba un documento de repudio al agravio cometido en Europa contra el presidente boliviano, Evo Morales, cuando varios países de la UE le negaron el tránsito por su espacio aéreo, durante el vuelo que lo traía de vuelta de Moscú, pensando que en la nave viajaba el espía Snowden.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, presente en el acto, resaltó que llegó a esta ciudad boliviana directo desde Bariloche, donde participó de un acto público, para desagraviar al presidente y al pueblo boliviano después de que el avión de Evo Morales fuese bloqueado en Europa.
“Vine directo desde Bariloche a desagraviar al compañero Morales, a los pueblos originarios, al pueblo de Bolivia de esta verdadera ofensa y humillación”, dijo Fernández minutos antes de abandonar el país.
La presidenta argentina participó ayer junto a los jefes de Estado de Ecuador, Uruguay, Bolivia, Venezuela y Surinam en una reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para analizar la crisis abierta con Europa.
Por su parte, el presidente saliente de Paraguay, Federico Franco, consideró ayer “lamentable y bochornoso” que varios países europeos restringieran el uso de su espacio aéreo al mandatario boliviano. “Ha sido lamentable y bochornoso lo que ocurrió con el presidente Morales”, manifestó Franco ante periodistas de Asunción. Como se sabe, Paraguay está suspendido del Mercosur y la Unasur hasta tanto asuma el presidente electo, Juan Cartes, en agosto.
Con agenda normal
Morales retomó ayer su rutina de gobierno horas después de regresar al país tras el incidente en Europa, con un acto oficial en el que consideró insuficientes las disculpas de los gobiernos que impidieron el uso del espacio aéreo de su avión. “No basta una disculpa de un país que no nos permitió pasar por su territorio. Estuve prisionero en Viena por más de 13 horas. Nuestro pecado es ser indígenas y antiimperialistas”, aseguró.