Salta no tiene eco

Semanas atrás presente notas de denuncias sobre la contaminación del río Vaqueros en el Concejo Deliberante de dicho municipio, envié carta a la columna del lector de Diario El Tribuno a fin de despertar de anestesia de la anestesia a los pobladores de mi localidad de Vaqueros.

Aun no escuche respuestas a mis voces de advertencia, mientras el rió en sus márgenes continua convirtiéndose en un lodazal.

Creo que pronto las familias podrán reemplazar sus paseos a la orilla del río donde sus hijos hacían castillos de arena por pequeños constructores de ollitas de barro.

Y las autoridades, ¿también están dormidas?

Juan F. Dellmans, Vaqueros