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Una bajeza. Jugar con el dolor de una persona es lo más bajo que un hombre puede hacer. Es no tener escrúpulos. Es ser un sinvergüenza. Y esto ocurrió en Salta, donde una “supuesta empresa de sepelio” jugaba con el dolor de la gente. Todo salió a la luz cuando un hombre denunció haber sido estafado por la supuesta empresa de sepelio que había contratado años anteriores.
Tras el fallecimiento de su mujer, quiso hacer uso del servicio y se dio con la novedad que la compañía no existía.
Ante la denuncia, la Policía se puso a trabajar sobre este tema e iniciaron las pesquisas y establecieron que las transacciones fraudulentas eran llevadas a cabo por dos hombres y una mujer. Estos afiliaban a personas a las que les ofrecían ataúdes a través de diversos planes y variación de precios.
Una vez cerrado el negocio y el contrato, ellos se encargaban de realizar el cobro a domicilio de manera mensual y en algunos casos en vehículos particulares. Con los datos obtenidos, solicitaron órdenes de allanamiento para los domicilios de los encargados, los que se concretaron el jueves en calle Celedonio Molina al 700 del Vª Primavera; Tejada al 300 y 400 del barrio Vicente Solá, donde hallaron a los implicados y secuestraron planillas de rendiciones, fichas de afiliación y cobro, formularios de alta, talonarios de recibos, solicitudes de incorporación y de inhumación, folletería, certificados de ataúd, y documentaciones con membretes de empresas de sepelios, computadoras, CPU, modem, elementos que fueron puestos a disposición del Cuerpo de Investigaciones Fiscales.
Por disposición judicial, las personas fueron identificadas en forma simple.