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La pesadilla parece no acabar para Independiente, que dilapida su enorme prestigio fecha tras fecha.
El equipo de Miguel Brindisi nuevamente fue una “sombra” y jamás entendió cómo afrontar el partido en un reducto por demás complicado.
Sin respeto por la historia, el decano tucumano pasó por encima a su rival y hasta mereció vencerlo por una ventaja más amplia. Edgardo Galíndez abrió el tanteador a los 11' del primer tiempo con una definición estupenda y Martín Morel no perdonó a los 45', de cara a Diego Rodríguez, que poco pudo hacer.
Desmotivado, golpeado, desmoronado en lo anímico. Así se notó al rojo en cada intervención. El descuento llegó sobre el final del partido por intermedio de Matías Pisano y no le generó ningún envión anímico. Ahora Independiente recibirá a su homonimo de Mendoza el domingo en el Libertadores de América, en un partido clave para su futuro y el de su entrenador Miguel Angel Brindisi, si es que a lo largo de esta semana no le “exigen” dar un paso al costado.