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El príncipe Vladimir, en el año 988 dC, adopta oficialmente el cristianismo y establece la Iglesia rusa.
Hoy, en el 1025 aniversario del “bautismo de Rusia”, su actual presidente Vladimir Putin se dirige al mundo en forma categórica ante la masacre de cristianos en los países del Islam.
Masacre y feroz persecución llevada a cabo con la anuencia de Occidente en su apoyo a las fuerzas asesinas del grupo terrorista Al Qaeda, o las yihadistas Jabhat Al Nusra que intentan derrocar al presidente de Siria, Bashar al Assad.
Es el “Ejército libre de Siria” especialmente encarnizados con la Orden Franciscana Custodia de Tierra Santa.
El atroz martirio y asesinato del padre Francois Murad en el convento de Gassabieth (Homs) se suma a las innumerables persecuciones y masacres de los rebeldes en territorio sirio.
Las denuncias de la Orden Franciscana parecen no ser suficientes.
Los intentos de diálogo del Vaticano, tampoco.
Nuevo protagonista
Es por ello que Vladimir Putin indicó que los líderes mundiales deberían estar unidos para terminar con las persecuciones anticristianas que aumentan “alarmantemente” en Oriente Medio y en el norte de Africa.
A tales efectos, realizó una reunión con los líderes religiosos de 15 iglesias ortodoxas, oportunidad en la que contundentemente afirmó: “En muchas regiones del mundo las tensiones interconfesionales están aumentando. Este problema acuciante debe ser objeto de especial atención para toda la comunidad internacional. Es especialmente importante hoy en día hacer los esfuerzos para prevenir los conflictos interculturales e interreligiosos que ocasionan graves trastornos. Los intentos para expulsar a los cristianos de Siria conducirán a una catástrofe de la civilización”.
En tal encuentro, el jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el patriarca Kiril, reclamó severamente la falta de respuesta de los líderes occidentales para detener la matanza y crisis que enfrentan los cristianos de Medio Oriente.
Vladimir Putin enfatizó en que la “defensa de los cristianos perseguidos es uno de los ejes de la política exterior del país”, y elogió el crecimiento de la cooperación entre las iglesias ortodoxas y el Estado ruso. “La Iglesia está dando a los rusos una brújula moral. Hoy en día el pueblo está de nuevo en busca del apoyo moral, millones de nuestros compatriotas se fijan en la religión. Ellos confían en los sabios, en la palabra pastoral de la Iglesia Ortodoxa Rusa”, señaló.
Mientras el cristianismo oriental robustece sus raíces, el occidental parece más preocupado por una exposición mediática que por una profundización divina.