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“Muchos actores de stand up deberían arder en la plaza”

Viernes, 30 de agosto de 2013 01:56
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Bajo el manto de la ironía, hasta el más descarnado se vuelve a veces inimputable. Roberto Pettinato goza desde hace tiempo (desde que nació y decidió vengarse del mundo, diría él) de esa condición. Por eso no le tiembla el pulso (porque responde a esta entrevista por mail, como es su estilo) para pedir muerte en la hoguera para los actores que se mandan descaradamente a hacer stand up repitiendo de memoria un libreto, incapaces de arrojarse sin salvavidas a las aguas de la improvisación. “De todos modos, no está mal que haya muchos "standaperos' -recula luego- porque sirve para que la gente note la diferencia y después de verme a mí diga: "­Nunca más en la vida voy a ver a otro!'”.

Los salteños podremos comprobar -o no- su “modesta” teoría mañana, cuando el actor, conductor y exsaxofonista de Sumo presente en el Teatro del Huerto (Pueyrredón 175) “Me quiero portar Vien”, un unipersonal con mucho humor, improvisación y actualidad.

Pettinato es el capitán de traje y gafas negras en “Caiga quien caiga” (CQC), pero también es músico, conductor de “El show de la noticia”, en La 100 FM, y columnista de un diario nacional. Un polifuncional que hoy despuntará su vicio preferido: la actuación.

¿Portarte “vien” no deja de ser una provocación, al menos desde el punto de vista ortográfico? ¿Te sentís un provocador? ¿Qué cosas te retoban particularmente?

Yo me siento un provocador desde el día que me provocaron, apenas nací, exiliado en la Embajada de Ecuador (durante la Revolución Libertadora que derrocó a Perón). La primera provocación fue haber nacido en esas condiciones y, a partir de ahí, me limité a tener esa actitud y a convertirme en el gran vengador.

A Salta están viniendo bastante seguido actores de stand up de otras provincias a mostrar sus performances. ¿Creés que cualquier actor puede dedicarse a esto o hacen falta ciertas dotes naturales?

Muchos actores se dedican al stand up para ganarse un dinero extra, y eso es algo que se nota. Esos actores tendrían que arder en la plaza mayor o en un lugar donde no haya tantos shoppings y niños... Me parece educativo que haya una plaza donde se queme a gente así. Tendrían que arder porque lo hacen simplemente porque creen que si pueden memorizar un texto pueden llevar a su pequeño ego a hacer stand up. De todos modos, no está mal que haya muchos “standaperos”, porque sirve para que la gente note la diferencia y después de verme a mí diga: “­Nunca más en la vida voy a ver a otro!”.

Se nota que sos un gran improvisador. ¿Cuánto dejás librado al azar en tus shows de stand up?

En el show de stand up en realidad está todo librado al azar, pero la gente siempre quiere saber si hay una parte escrita, porque hay sectores del publico o periodistas que creen que el dinero de su entrada vale más si el espectáculo está escrito previamente. Yo creo que es al revés. Yo escuchaba los discos de Miles Davis y me preguntaba si los tipos lo estaban inventando en el momento, o si estaba escrito. ¿Cómo memorizan frases tan largas hasta llegar a tocar al unísono el saxofonista y el baterista? ¿Lo ensayaban 50 veces o les salía solo? Acá no sé por qué hay una teoría donde vale más una obra de teatro. Pero una obra de teatro improvisada ­no me la voy a soportar! Esto no es una obra de teatro; es un tipo liberado, y es mejor cuanto más liberado esté ese tipo sobre el escenario.

¿Cuál de todas las expresiones creés que representa mejor lo que es Roberto Pettinato: músico, conductor, actor?

He hecho de todo, desde periodismo de rock hasta tocar el saxo en Sumo, conducir TV con Sofovich y demostrar en la radio que no todo tiene que ser un bajón a las 6 de la mañana. Pero lo que más me identifica como un ser libre es el teatro. Tardé 35 años en animarme a subir, y ahora no me quiero bajar del escenario.

La conducción de CQC no parece costarte demasiado. Cuando Pergolini se fue muchos creyeron que esa silla iba a ser difícil de “llenar”. ¿Te sentís cómodo en ese lugar? ¿Te molestan las comparaciones?

Esa silla era fácil de llenar para alguien con muchísima personalidad, y para alguien que esté, no solo a la altura del programa, sino que sea del tamaño del programa. Porque ese programa siempre fue enorme en la época de Mario y el trío ése. Está bien la silla, pero lo que pasa es que hay que tener mucho contenido propio y magnetismo para que la gente pueda decir: “Ah bueno, ahora sí lo puedo ver”. Eso es lo que pasa conmigo. Lamentablemente nací así: con mucho magnetismo y personalidad.

CQC parece “reírse de todos los que se ríen de nosotros” por igual. Pero, ¿sos de los que creen que el humor debe tomar partido por algo o alguien y comprometerse?

El programa dice que el humor es la gran arma ¿Y sabés por qué? ­Porque no tenemos otra! Lo único que hay es eso, porque lo único que vos podés provocar a los malos es malestar, angustia, acidez, recelos, bronca y ganas de acogotarte; hacer que se sientan inferiores y humillados. Eso es lo único que podés hacer, que es el doble de lo que puede hacer un ciudadano común, que solo puede votar y equivocarse cada cuatro años.

Cuando Massa te contestó en CQC que la frase de Perón que le leías (“Yo he visto malos que se han vuelto buenos, pero no he visto jamás un bruto volverse inteligente”) le “sonaba” a creación de Lilita Carrió estuviste bastante piadoso. ¿Te pasa a veces que te quedás masticando remates y te los tenés que tragar? ¿Tenés algún tipo de filtro?

En general los remates los suelo decir, aunque muchos los dejo pasar para no cansar o agotar. De todas formas, ponele que el tipo se haya confundido, pero Lilita Carrió es una especie de Perón apropiado por una señora que se queja en la cola del supermercado. Eso solo demuestra que los políticos en este país no son gente culta. El político argentino no leyó muchos libros. Son gente que ha llegado a un puesto y desde ahí hacen una carrera política en base a transar y a hacer pequeños negocios. O sea que sería de lo más normal del mundo que se confundan una frase de Mao o Maquiavelo con una de Pipo Pescador. Son tipos que quieren parecer cultos y dicen que les gusta María Elena Walsh. Fin de la historia.

 

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