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La comida regional salteña es quizás lo que más le da identidad a la provincia. El turista nacional lo sabe y es uno de los principales atractivos turísticos.
Pero, siempre hay un pero, el turismo está buscando, en los mediodía, en los locales gastronómicos de la ciudad, los menús. La opción es la más buscadas por los precios bajos y por la velocidad. Nadie tiene muchos días y todos apuran el paso para recorrer y conocer más.
Y la verdad es que en Salta conviene salir a comer menús antes que cocinar. Son muchos los trabajadores de la ciudad que se juntan a comer en los bodegones y restaurantes del centro; especialmente los empleados de comercio.
Para dar un ejemplo. Hay ofertas de menú por 5 mil pesos: plato principal, sopa, pan y postre, en la zona de Urquiza y Jujuy. Hay picantes, guisos, milanesas y pollos; es comida como de hogar. Muchos se llevan sus botellas con agua y así disfrutan de los alimentos entre compañeros. El cálculo, con esos $5.000 es simple: si hay que volver a casa para cocinar y comer ya son 2300 pesos los dos boletos de colectivos. Quedan 2700 pesos que no alcanza para nada.
Menú a 7.000 pesos
En la zona de peatonal Florida, donde antes los memoriosos aseguran que estaba la Municipalidad de la Ciudad, hay un comercio que vende menú a 7.000 pesos. El lugar es hermoso y comida de alta calidad, menos abundante, pero más elaborada. "Este local tiene ya dos temporadas altas de turismo en Salta. En este año, comparado con el anterior, bajó muchísimo la venta. Muy pocos turistas vienen a comer acá y sólo los trabajadores de oficinas o dueños de negocios vienen a comer. Todos dicen lo mismo: no se vende nada", aseguró un mozo, los cuales son siempre fuente fidedigna de información.
Lo interesante de este local y de muchos otros es que comenzaron a brindar los menús en la noche también, como cena. Siempre el turista medio pelo nacional se compra un menú económico de almuerzo y por las noches desata toda su gula en alguna cuchipanda peñera saciando su voracidad con empanadas, tamales, locros y hasta los diversos estofados con carnes exóticas que las cámaras de los celulares documentan como si fuera un paisaje de montañas al atardecer.
En los topes de gama de los menús salteños superan los 15 mil pesos y esos ya vienen con una empanada de entrada y quizás una copa de vino regional. Siempre hablamos del centro de la ciudad. En los alrededores, como por ejemplo San Lorenzo, los valores suben indisimuladamente.
La buena noticia es en julio de 2024 los menús costaban entre 4 y 12 mil pesos, este año: entre 5 y 15, lo que significa un 20% de suba interanual. Lo que preocupa a los gastronómicos es la baja en las ventas. "Del año pasado a hoy, nuestras ventas bajaron un 30 por ciento en temporada alta de turismo", aseguró un dueño.
Bodegones, los más elegidos
Los más buscado son los bodegones. Se distinguen por los tamaños de los platos. En el local de la Urquiza. Un arroz, ñoquis, tallarines o ravioles con salsa roja cuesta 7 mil pesos; vienen con un plato de sopa y pan. Pero todos saben que un platazo de esos no lo termina una sola persona; ahí comen dos ¿Entonces qué hicieron los dueños? venden media porción a 4 mil pesos, con sopa. Para el turista y el trabajador es importante la sopa. Para el salteño: el ají. Está todo incluido. Una marinera completa, que es un lampriado, cuesta $15.500 y que, según el dueño, comen 3.