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Una fuga más, y van... La evasión de cuatro detenidos por homicidio y robo de una cárcel tucumana abre serios interrogantes sobre la “seguridad” de las cárceles argentinas. Al parecer, los presos se fugaron a través del boquete y túnel que cavaron en el suelo de la celda que ocupaban dentro de la Dirección General de Investigaciones de la Policía de Tucumán.
Así lo confirmó ayer el jefe de esa dependencia, comisario José Ardiles, quien comentó que los fugados atravesaron el túnel y aparecieron “en una playa de estacionamiento de autos secuestrados que pertenece a la comisaría”.
Sin embargo, el jefe de los uniformados aseguró que “todo está muy vigilado”, y atribuyó la evasión a que en esa dirección tienen “58 presos y una unidad policial no está preparada para tener tantos detenidos”.
En la celda en la que se produjo la fuga había 18 presos en total, aunque, finalmente, “quedaron 14 porque los cuatro restantes habrían salido y ganado la calle”, dijo el funcionario.
Consultado sobre cómo pudo ser que los reclusos rompieran el suelo y excavaran sin que nadie se percatara, Ardiles señaló: “Hallamos un pequeño hierro a la salida del boquete... al parecer habría sido la herramienta que usaron para hacerlo”.
“La alcaldía es un edificio sumamente viejo. Pese a que tiene paredes de 45 centímetros de ancho, se saca el primer ladrillo y todo lo demás se hace más fácil”, minimizó.
Con esta evasión, desde el 17 de agosto ya suman ocho los hechos de este tipo en prisiones de distintas provincias: Buenos Aires (Ituzaingó, Ezeiza, Moreno, Mercedes y Gorina), Chubut, Misiones y Tucumán.
La cifra total de evadidos que admitieron las autoridades asciende a 30, aunque de ellos ocho ya han sido recapturados.