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Preocupa la inseguridad en el barrio Granadero Díaz de Metán

Martes, 24 de septiembre de 2013 15:10
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Los vecinos del barrio Granadero Díaz, ubicado al sur de la ciudad, están preocupados por la inseguridad que están viviendo. A pesar que en el sector viven jefes y efectivos policiales y hay seguridad privada nocturna.

La semana pasada un joven de 18 años fue acuchillado en el estómago por un ladrón al que sorprendió en la cocina de su casa.

El hecho ocurrió alrededor de las 4, en una vivienda ubicada en el pasaje Catamarca 349, a solos dos casas de donde recientemente arrojaron una bomba molotov a un automóvil que estaba estacionado en un garaje.

Duilio Angel Palacios, dijo que estaba acostado, al igual que sus familiares, cuando escuchó un ruido en el fondo y se levantó. “Pensé que era el perro, pero cuando intenté prender la luz de la cocina vi al ladrón que directamente me acuchilló en el estómago. Traté de esquivar el ataque, pero lo mismo me hirió”, dijo el joven a El Tribuno.

“Inmediatamente huyó por el fondo. Le arrojé un vaso para tratar de detenerlo pero fue imposible”, señaló el muchacho que quedó ensangrentado y tuvo que ser trasladado en una ambulancia al hospital Del Carmen, donde lo asistieron y luego le dieron el alta.

El malviviente, que no logró robar nada, era morocho, delgado, de 1,60 de altura y llevaba puesto un buzo negro con capucha. La Policía hizo un operativo cerrojo en la zona, pero no pudo atraparlo. 

Inseguridad


Recientemente civiles de la Comisaría 30 detuvieron a los presuntos autores y dieron por esclarecido el incendio parcial de un auto al que le arrojaron una bomba molotov en un garaje de una casa ubicada en el mismo barrio.

El hecho que alarmó a los residentes ocurrió el pasado seis de este mes, en una vivienda ubicada en el pasaje Catamarca. A las 0.10, el propietario del Citröen C4, Antonio García, escuchó una fuerte explosión y cuando salió observó con sorpresa que el automóvil se estaba incendiando en la parte delantera derecha.

García logró sacar el matafuego del interior del rodado y extinguió las llamas con la ayuda de un vecino. Pero el vehículo sufrió daños considerables.

Luego en el lugar se hicieron presentes efectivos de la Brigada de Investigaciones, de la Comisaría 30 y de Criminalística. Los investigadores secuestraron una botella de vino de vidrio que contenía restos de combustible y una mecha. Posteriormente, luego de investigaciones, los policías lograron establecer que el supuesto autor material del ataque sería un joven identificado como Daniel Fernando Soria, de 23 años, quien reside en Metán Viejo.

Los civiles a cargo del comisario, Walter Torres, detuvieron a Soria, quien dijo en forma espontánea que el remisero Jacinto Vargas, de 60 años, le había pagado $200 pesos, le dio el explosivo listo y lo llevó en su automóvil para que lo arrojara por causas que se tratan de establecer. Los involucrados fueron acusados de daños y luego liberados por la Justicia metanense, lo que causó indignación en la comunidad.

 

Asalto violento

 

En julio pasado dos hombres y una mujer redujeron a una joven madre y a su hija de tres años. Las golpearon y amenazaron de muerte para que les entreguen 30.000 dólares que la familia había obtenido de la venta de una propiedad.

El ilícito se produjo pasadas las 19 horas en una vivienda ubicada en la calle San Lorenzo 395, en el barrio Granadero Díaz.

El asalto ocurrió cuando María Soledad Abeyá, de 23 años, salió a la galería a cerrar una ventana, en ese momento los delincuentes que tenían un arma de fuego y un cuchillo, la redujeron, golpearon, amenazaron de muerte y la obligaron a entrar al inmueble.

La niña, de tan solo tres años, estaba jugando adentro cuando uno de los ladrones la agarró y la encerró en el lavadero.

Los malvivientes, que actuaron a cara descubierta, tenían conocimiento de la operación comercial de la familia porque en todo momento le exigían a la joven la entrega del dinero. “Danos la plata, tu papá tiene el dinero acá”, le gritaban los delincuentes.

Lo que llama la atención, es que quien daba las órdenes era la mujer. Familiares dijeron que el robo fue muy violento. A María Soledad la golpearon, con golpes de puño, patadas y hasta con una piedra en la cabeza. La insultaron y amenazaban con matar a su hija que lloraba y gritaba desesperada.

Luego la joven accedió a entregar los 30.000 dólares que estaba guardados y los delincuentes huyeron.

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