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Una sorpresa poco grata, hasta el punto de llegar a la descompensación, sufrió Graciela Bodroy, madre de Eduardo Miranda. La mujer abordó un remise y descubrió que quien lo conducía era nada más y nada menos que el chofer de colectivo que años atrás había atropellado a su hijo, causándole la muerte.
Tras una larga lucha, los familiares de Eduardo lograron que el conductor, José Luis Cabrera, se sentara en el banquillo de los acusados y fuera condenado en mayo pasado a tres años de prisión en suspenso y ocho de inhabilitación para manejar, lo cual no se está cumpliendo ya que la sentencia no quedó firme.
“Cuando lo vi adentro del auto, no lo podía creer. Sigue manejando mal y muy rápido, Me descompuse, me bajó la presión. No puede decir nada. El no se dio cuenta quién era yo. Bajé en la salita, y me tuvieron que atender de urgencia. Estuve algunas horas, vino mi familia. Recién en ese momento les pude contar lo que me había pasado. Sigo sin poder creerlo, estoy muy triste con la Justicia”, relató la mujer.
Un dolor muy grande
“Hoy (por ayer) fui a la fiscalía de Moreno, a contar lo que me había pasado y que este hombre maneja un remise. Me dijeron que la condena había sido apelada por su defensa y que se aguardaba la confirmación de la sentencia. Mientras tanto, no pueden hacer nada. Es un dolor muy grande”, señaló Bodroy en declaraciones periodísticas.
Lo filmaron manejando y los agredió
Tras contarle lo ocurrido a sus familiares, la hija y el yerno de Bodroy fueron a la remisería donde trabaja Cabrera y lo filmaron.
“Mi hija lo filmó y le dijo todo lo que le tenía que decir. Cabrera golpeó a mi yerno con el auto; lo intentó atropellar cuando escapaba”, relató.
“Fue un camino larguísimo conseguir que esta persona, responsable sin dudas de la muerte de mi hijo, llegara a estar sentado en una sala de juicio y, más aún, que lo condenaran por homicidio culposo”, recordó.
“Cuando creímos que tendríamos un poco de justicia, descubro que sigue manejando; ahora un remise, y a nadie le importa”, se quejó la mujer.